En la noche de este miércoles, un importante movimiento de patrulleros y móviles de la Guardia Urbana Rafaelina se vieron pasar a toda velocidad por las principales calles de la ciudad. Su apuro estaba justificado: La vida de una niña corría peligro y no había tiempo para demorarse.
El episodio comenzó poco después de las 22 hs, en una vivienda ubicada en calle Oliver al 600, en pleno barrio Los Nogales. Por allí se encontraba patrullando un móvil de la Guardia Urbana Rafaelina, al mando de los agentes Lorena Palma y José Martínez, cuando fueron interceptados por una familia que los llamaban desesperadamente: Una pequeña de un año y 7 meses se había descompensado, y su pulso era extremadamente débil.
“Nos detienen un grupo de personas que nos decían que la nena no respiraba. Yo le controlé el pulso y era muy débil” contó Lorena en una nota con Rafaela Noticias.
Enseguida, junto a su compañero, decidieron no esperar y actuar de inmediato. “En segundos tuvimos que decidir qué hacíamos, si la trasladábamos o le realizábamos las maniobras de RCP en el lugar, y decidimos trasladarla”, agregó José.
De inmediato la subieron al móvil y emprendieron una rauda carrera por las calles de la ciudad para llegar lo más rápido posible a la guardia pediátrica del Nuevo Hospital, ubicada en Bv. Lehmann, en la otra punta de la ciudad. Dos móviles policiales se sumaron al traslado, y finalmente pudieron llegar al nosocomio, donde los médicos pudieron estabilizarla.
“Lo primero que se te viene al cuerpo al estar frente a un equipo así es orgullo y satisfacción” contó el Director de la Guardia Urbana Gabriel Fernández.
A lo que sumó “hay que destacar la capacitación y la preparación de los agentes. Nos preparamos para sitauciones que a lo mejor nunca pasen, pero cuando pasan estamos listos”. sumó.
Por su parte, Maximiliano Postovit, Secretario de Prevención y Seguridad, también destacó la preparación de los agentes de la GUR y el conocimiento que tienen de la ciudad. “Los chicos viven en Rafaela, son rafaelinos. Eso es un plus extra”.
Remarcando la cercanía de la fuerza de prevención local, Postovit cerró diciendo “El 105 es un número donde siempre tenés una respuesta”.
