La decisión fue tomada luego de una reunión entre los principales gremios docentes y no docentes, quienes advirtieron que el gobierno de Javier Milei no ha abordado adecuadamente la crisis salarial y presupuestaria en las universidades. Durante el encuentro, se denunció que el incremento salarial otorgado recientemente, del 1,5% en enero y 1,2% en febrero, no ha logrado paliar la alta inflación y el deterioro del poder adquisitivo.
Los sindicatos explicaron que esta situación compromete la calidad educativa, la investigación y el funcionamiento general de las universidades. Además, señalaron que el presupuesto prorrogado para 2025 agrava aún más la crisis del sistema universitario.
La crisis salarial y presupuestaria universitaria en el centro del reclamo
En los últimos meses, los trabajadores universitarios han enfrentado una caída importante en su poder adquisitivo, lo que ha desencadenado diversas medidas de fuerza. Entre ellas, las protestas más destacadas fueron la Marcha Federal Universitaria en abril y varias huelgas a lo largo de 2024, las cuales denunciaron un deterioro salarial del 42% desde diciembre del año anterior.
A pesar de los incrementos salariales mínimos otorgados por el Gobierno, los sindicatos subrayan que estos no cubren las expectativas de los trabajadores, quienes continúan luchando por un salario que permita sostener el poder adquisitivo frente a la inflación. La falta de una solución en las paritarias y la continua tensión presupuestaria en las universidades nacionales generaron incertidumbre entre el personal docente y administrativo.
En este contexto, los gremios reiteraron la necesidad de una actualización salarial que contemple la inflación real y los costos de funcionamiento de las universidades públicas, un reclamo que seguirá siendo parte de las próximas asambleas y acciones programadas.
