Joaquín Gil protagonizó todas las crónicas deportivas del miércoles, cuando dirigiendo el partido entre Deportivo Riestra y Comunicaciones, por Copa Argentina, le concedió un penal a Riestra en el final del partido que definió el encuentro. Fue un invento de tal magnitud que hasta los jugadores del equipo beneficiado se sorprendieron por la insólita sanción, que terminó con un escándalo dentro de la cancha. Gil había sido designado para dirigir el próximo lunes lo que será el debut en condición de local de Atlético de Rafaela ante Mitre de Santiago del Estero, en el Monumental de Alberdi.
Ante las repercusiones del escándalo, los encargados de las designaciones resolvieron bajar a Gil del partido y lo "pararon", como se dice en la jerga futbolística. Enseguida llegó la designación de un nuevo juez principal para ese encuentro: será Jorge Baliño. Se mantendrán los colaboradores que ya habían sido designados para acompañar a Gil: Matías Bianchi como asistente número uno, Sebastián Osudar como asistente dos y José Díaz como cuarto árbitro.
En lo que hace a Joaquín Gil, en Rafaela tampoco dejó buenos recuerdos. Entre la saga de escándalos que este árbitro ha protagonizado, se cuenta el brutal despojo del que fue víctima Sportivo Ben Hur en San Francisco, en la final por el ascenso al Federal A que disputó ante Racing de Córdoba, oportunidad en que también coronó una actuación lamentable con la sanción de un penal que le permitió a los cordobeses ponerse dos a cero en el partido, que luego Ben Hur descontó, pero no pudo empatar.