Sudáfrica conquistó este sábado su cuarto Mundial de Rugby, al imponerse en una disputada final a Nueva Zelanda por 11-12, en un partido disputado en el Stade de France de París. Con este logro, los Springboks se convirtieron en la selección más ganadora del certamen, logrando cuatro títulos, mientras que los All Blacks quedaron con tres coronas.
Los sudafricanos fueron por delante en el marcador gracias a la ventaja lograda en los primeros minutos, cuando se beneficiaron de las superioridades numéricas por la amarilla a Shannon Frizel y la expulsión del capitán San Cane y del acierto anotador de Handré Pollard.
Por el otro lado, los neozelandeses lo intentaron todo frente a la defensa africana y se ilusionaron con la remontada al conseguir un ensayo gracias a Beauden Barret, pero Richie Mo'unga falló la transformación y su equipo no pudo ponerse por delante.