Sergio Daniel Sánchez, más conocido como "El Gringo" lleva la batucada y el carnaval en el corazón y en la piel, esto último literal. En su pìerna izquierda tiene tatuado el nombre de la batucada que dirigió durante 28 años, hasta el pasado fin de semana, cuando decidió retirarse como director y fue reconocido en el Anfiteatro durante los Carnavales Rafaelinos. Donde se le entregó una placa por su trayectoria. "Batucada Quimey, seguimos haciendo historia", reza la frase que lo acompañará por el resto de su vida plasmada en su cuerpo.
Quimey es la batucada con más trayectoria de Rafaela, fue creada por Guillermo Campos en barrio Fasoli hace treinta años, y fue él quien hace casi tres décadas le propuso a "El Gringo" que se haga cargo de la dirección. "Quimey fue la primera de Rafaela en salir a competir en las provincias, con tres primeros puestos, dos segundos lugares, conocida en prácticamente todo Santa Fe y en el país también", comentó Sergio en diálogo con RAFAELA NOTICIAS. "El Gringo", comenzó a los 12 años en comparsas barriales de Barranquitas, lugar donde nació y creció, para luego de tres años llegar a Quimey como director "innovando en coreografìas, trajes y show". "Para mí este reconocimiento - recibido en el Anfiteatro- significa mucho, porque no me lo esperaba, porque es un abrazo al alma y porque el agradecimiento de la gente es impagable. Va a ser un recuerdo más que va a quedar en mi memoria y en mi corazón por el valor emocional que tiene", explicó.
La vida de Sergio "giró en torno a los carnavales y a la batucada". En estos 30 años de trayectoria, nacieron sus hijos Jonatan de 25 años hoy, Alejo de 24, Ludmila de 17 y Lorenzo de 7. Todos tocaron con él en la batucada, su hija fue bailarina y hasta el más chiquito actuó en los carnavales el año pasado. Su esposa siempre apoyando. "Teníamos salidas, eventos, comíamos juntos. Quimey era una familia de 30 músicos, con treinta mujeres, con hijos, que compartìamos todo", recordó el entrevistado.
Hoy decidió decirle adiós a Quimey, por lo menos a dirigir la batucada. Temas personales, cuestiones laborales que le demandan más tiempo, además de un poco de cansancio y saturación, aparecen entre los motivos de su alejamiento; "pero eso no quita que no esté con los chicos el día de mañana dándoles una mano, no dirigiendo, pero apoyándolos siempre", agregó.
La cultura carnavalera en Rafaela
Cuando Sergio Sánchez empezó en la movida carnavalera, "a los pibes no nos molestaba agarrar una bicicleta y pedalear cincuenta cuadras para ir a un ensayo; esperábamos la hora para juntarnos. Pero los chicos de hoy tienen otra mentalidad y la calle juega una mala pasada, porque se enfocan en otras cosas", recuerda el entrevistado a la hora de explicar cierto declive en la participación de las nuevas generaciones en las comparsas. A esto se suma que "Rafaela no es una ciudad con cultura de carnaval y cuesta mucho que los chicos se dediquen al ensayo". También Sergio se refirió a las dificultades económicas que existen para poner en funcionamiento una batucada: "Cuesta mucha plata, hay que manejarse de una manera muy exacta. Todo el dinero que entra tiene que ir a un fondo para que al año siguiente se pueda utilizar para renovar trajes e instrumentos. Para eso hay que hacer ventas y como está la situación actual del país se hace muy difícil", explicó.
La importancia de defender el carnaval
"Para mi sigue siendo importante que los chicos sigan en la cultura del carnaval, porque en las batucadas o comparsas tenés contenido a un grupo de 20 o 30 pibes de 10 a 15 años, les enseñás principios, valores, están ocupados 2 o 3 horas por dìa. Los sacás a tocar afuera en un colectivo para que vean lo que es un grupo, cómo se convive con los compañeros, lo que es la amistad entre ellos, aprenden a compartir. Todos se ayudan con todos, hay mucha solidaridad, mucha empatía y para mi eso no se tiene que perder porque es fundamental", apunta "El Gringo" a la hora de defender lo que marcó 30 años de su vida. Por eso antes de finalizar la charla, le habló a aquellos que todavìa no se animaron a sumarse a una comparsa, a una batucada, al carnaval: "No tengan vergüenza, porque una vez que estás en una pista o en la calle tocando o bailando, el fervor y el aplauso de la gente es impagable. Eso no se tiene que perder". Y recordó que en Rafaela llegaron a haber 15 mil personas en una noche de carnaval, "lo que quiere decir que a la gente le gusta". "Hay mucho trabajo detrás de cada comparsa y eso estaría bueno que lo sepan. De corazòn, sigan el carnaval", finalizó.
"El Gringo" se aleja de Quimey, pero Quimey, nunca se irá de él, mucho menos la batucada y los carnavales.