Con la intervención del Ministerio de Trabajo de Santa Fe se prorrogó hasta el próximo miércoles 4 de agosto la conciliación obligatoria en el marco del conflicto entre la Unión Obrera de la Construcción seccional Rosario y los exportadores de granos y subproductos, que se desempeñan en obras y mantenimiento dentro de las terminales del Gran Rosario.

De esta manera se puso una pausa a los bloqueos de estos espacios, que venían complicando las exportaciones, mientras el gremio sigue pidiendo un ajuste en alza de 105 por ciento en los valores de las tareas.

Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires se activó otro conflicto portuario. Las terminales de Quequén, Necochea y Bahía Blanca, la Federación de Estibadores Portuarios Argentinos (FEPA), decidió un paro de actividades de 48 horas, que concluiría a las 24 horas del sábado, con la paralización de la carga de buques y en algunas terminales la recepción y descarga de camiones, ya que hay operarios del FEPA también en esas actividades.

Un grupo de “camioneros autoconvocados” bloquean la entrada y el movimiento de camiones en torno de los puertos, al igual que lo hicieran en el mes de febrero durante diez días.

El Sindicato Único de Portuarios Argentinos (SUPA) inició una medida de fuerza que afecta el puerto de Bahía Blanca.

Las terminales portuarias suspendieron los cupos de carga de hoy y mañana sábado, pero no está claro cuando se podrán retomar la actividad, que había tenido en las últimas semanas un aumento del 46% en el ingreso de camiones con respecto a igual período del año pasado, en Quequén y Bahía Blanca, mientras que Necochea había crecido en sus operaciones al cien por ciento.

Con los conflictos que se levantaron temporalmente en Rosario, no se destraba este freno, ya que la bajante histórica del Paraná no permite tener el ritmo de trabajo habitual, dejando al debate sobre la hidrovía de lado.

El crecimiento de Bahía Blanca

El Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, (Ing. White – Pto. Galván) alcanzó -en el primer semestre- la transferencia 8.544.849 toneladas, marca superior en un 1.9% con respecto a 2020 y de un 6,6% al 2019.

Sumando la actividad de Puerto Rosales, por el estuario de Bahía Blanca se movilizaron 13.419.291 de toneladas, con un 2.4% de aumento con relación del 2020 y de un 8,9% del 2019.

El consorcio detalló que transitaron en el estuario local 485 buques, siendo las naves clasificadas como graneleras el porcentaje más alto.

La afluencia del transporte terrestre alcanzó una significativa marca, movilizándose 137.739 camiones que se complementaron con el transporte ferroviario que registró 33.575 vagones. Los jornales de personal de estiba escalaron a 13.806.

Las cifras se atribuyen principalmente a la carga correspondiente de granos, que evidenció un crecimiento del 2% con un total de 5.614.039 toneladas con respecto al 2020 y de 10,4% frente al 2019.

El tráfico de graneles ha batido un récord, respaldado principalmente por el maíz con 2.671.371 toneladas (subida del 1% con respecto a 2020), trigo con 1.695.285 toneladas (suba del 10.4% con respecto a 2020) y cebada con 766.124 toneladas (suba del 144% con respecto a 2020).

Por el lado de los inflamables y petroquímicos, el alza fue del 11% con 1.513.602 toneladas movilizadas y del 34% si la comparación es con el 2019.

En tanto que el movimiento de carga general alcanzó las 1.067.256 toneladas, incluyendo productos movilizados vía terrestre.

Desde el sitio 18 y el Muelle Multipropósito se movilizó bauxita, polietileno, jugos, trigo orgánico y pescado, mientras que desde el sitio 5 de Puerto Galván se llevaron a cabo sostenidas operaciones de descarga de urea y fertilizantes para mercado interno, como así también arena cerámica y baritina para Vaca Muerta.