Esta semana se concretaron llluvias, inestabilidad climática, días parcial a totalmente nublados, algunas ráfagas de viento, temperaturas diarias en ascenso y altos porcentajes de humedad ambiente conformaron el panorama del Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Las nuevas precipitaciones recargaron los perfiles de los suelos y consolidaron los estados de los cultivos, particularmente de soja temprana y tardía, maíz tardío y sorgo granífero, en sus distintas etapas de desarrollo, floración o fructificación en que se encontraban, generándose así, favorables e importantes expectativas en el sector productivo por los resultados finales de la cosecha gruesa.
Los montos pluviométricos acumulados fluctuaron entre mínimos de 45 a 50 mm con máximos de 100 a 180 y en algunos lugares puntuales, alcanzaron o superaron los 200, pero en general los promedios oscilaron desde 65 a 75 mm. El área con mayores registros comprendió el suroeste del departamento San Cristóbal, oeste de Castellanos, centro de San Jerónimo y norte de Las Colonias.
En el centro – norte del departamento General Obligado, desde el distrito Avellaneda hacia el norte, en el límite con la provincia del Chaco y el departamento Vera, desde el distrito Garabato hacia el norte, los registros de lluvias fueron inferiores a los del resto del área, fluctuaron desde 35 a 45 mm, revirtiendo parcialmente los escenarios anteriores, provocados por la ausencia de precipitaciones. En algunos casos, las pérdidas serán irreversibles.
Fue el fin del ciclo de la campaña 2021-2022, con una superficie sembrada de 103.500 has; una superficie cosechada de 103.300 y 20,0 qq/ha como rendimiento promedio. La producción fue de 206.563 toneladas. La producción final fue superior a la campaña anterior en un 12,6%, unas 26.083 toneladas.
La campaña se caracterizó por una mayor superficie sembrada; el cultivo tuvo un crecimiento normal y sin importantes inconvenientes en lo sanitario. El común denominador, campaña tras campaña, son los ataques de palomas y cotorras.
El período de recolección de la oleaginosa se demoró y amplió por la prolongación de la fecha de siembra como consecuencia de la irregularidad geográfica de las precipitaciones ocurridas, dice el informe
Maiz temprano
En toda la región SEA, el avance de la cosecha del maíz de primera fue muy escaso, debido a los escenarios ambientales de la semana que originaron falta de piso y aumento del contenido de la humedad de los granos.
El grado de avance de la trilla hasta la fecha fue del 42 %, con un progreso intersemanal de 2 puntos y un adelanto de 7 puntos porcentuales, en comparación a la campaña pasada.
Los rendimientos promedios mínimos y máximos logrados hasta la fecha, en las diferentes áreas fueron:
a) norte: departamentos Nueve de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, entre 7 - 9 a 12 qq/ha hasta 35 - 40 a 50 qq/ha, con lotes puntuales de 60 a 65 qq/ha,
b) centro: departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, entre 20 - 25 a 30 qq/ha hasta 30 - 35 a 45 qq/ha, con lotes puntuales de 50 a 65 qq/ha, y
c) sur: departamentos San Martín y San Jerónimo, entre 24 - 28 a 32 qq/ha hasta 40 – 45 a 55 qq/ha, con lotes puntuales de 75 y 90 qq/ha.
Algodón
En la semana comenzó el proceso de cosecha de algodón, los primeros lotes registraron resultados de rendimientos muy desalentadores, con valores que oscilaron entre 4 qq/ha y 8 qq/ha. Por lo que se resolvió la paralización de la recolección a la espera de una nueva floración, como se mencionó en informes anteriores.
Las precipitaciones llegaron tarde para el ciclo normal del cultivo, las mismas contribuirían en una segunda floración y posible generación de nuevas estructuras reproductivas, reiniciándose así, un nuevo ciclo, prolongándose su cosecha hasta los meses de junio o julio, siempre que las condiciones climáticas lo posibiliten, con todo el riesgo que implicaría el manejo de la influencia del picudo algodonero.
Los estados de los algodonales continuaron siendo muy variables a nivel general. En la región norte de los departamentos General Obligado y Vera, donde las pérdidas se incrementaron con el transcurso de los días y alcanzaron situaciones irreversibles en el 95 al 100 % de ellos.
Los mayores daños se produjeron en el número de cápsulas retenidas, la caída prematura de las hojas, en el escaso crecimiento y en la generación de estructuras reproductivas.
Las nuevas lluvias seguramente provocarían diversas reacciones de los sembradíos, situación que debería monitorearse, evaluándose las distintas estrategias a seguir, por la complejidad del ciclo y campaña.
Soja de Primera
El 80 % de los cultivares de soja temprana se mostró en estado bueno a muy bueno, con algunos lotes excelentes, como consecuencia de los cambios en las condiciones climáticas, que generaron las lluvias desde mediados de enero hasta fines de febrero.
En el 20 % restante del área implantada, el impacto de la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante los primeros 16 días del año, dejaron indicadores muy marcados, tales como, limitaciones en el crecimiento de las plantas, amarillamiento o marchitamiento de las hojas basales y en lotes puntuales, la pérdida de ejemplares por mortandad, realidad irreversible.
La inestabilidad climática con precipitaciones y las temperaturas levemente en descenso, generaron escenarios muy favorables, particularmente por los estados vegetativos en que se encontraban los sembradíos de soja temprana, llenado de grano.
Soja de Segunda
Un 60 % de los sojales se encontraron en buen a muy buen estado, con mejor desarrollo de las estructuras de las plantas y un importante número de ellos, llegó a los cierres parciales o totales de los surcos.
Un 25% reaccionó más lentamente, dadas las precipitaciones irregulares o la etapa fenológica en que se encontraban.
El 15% restante continuó en situación irreversible, con pérdida por mortandad de plantas, especialmente en los sembradíos con limitaciones edáficas en sus suelos.
Sería de suma importancia el monitoreo, seguimiento y evaluación de la reacción de los cultivares ante las precipitaciones ocurridas en estos últimos quince días y los futuros pronósticos.
Maiz tardío
Las precipitaciones que se registraron en la semana reforzaron la recarga o disponibilidad de agua útil de los suelos, favorecieron el desarrollo de los diferentes estados vegetativos en que se encontraban, tuvieron una mejor evolución y mayor impacto positivo.
Los maizales continuaron manifestando gran amplitud de estados vegetativos, por lo que se encontraron desde muy buenos o excelentes a malos, incluso en un mismo departamento, situación que se detectó en toda el área de estudio.