Este fin de semana se publicó una nota en el diario La Capital un artículo sin firma donde se intenta explicar que "Santa Fe se consolida como productora láctea líder a nivel nacional".
Entendiéndose como un texto salido del propio Ministerio de la Producción y no de la redacción del medio de comunicación, se intenta explicar que la provincia tiene hoy el 29 por ciento de la participación en los aportes de materia prima, cifra que podría estar por encima de ese número, pero por debajo de los totales que maneja Córdoba.
De todas maneras, la cadena láctea santafesinos está por debajo de los parámetros que registraba el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina para 2017, con el 32 por ciento de la participación.
Se sostiene que "la leche que se produce en el territorio santafesino es de gran calidad", lo cual es cierto, aunque aún quedan ajustar muchos parámetros higiénico-sanitarios, sin embargo, si las cosas fueran tan contundentes, debería explicar el Gobierno Provincial por qué no avanza en un pedido de la producción desde hace años que es el pago por sólidos y no por litro, o directamente un líquido blanco que se entrega desde los tambos.
También es correcto que Santa Fe es una provincia exportadora, sin embargo, no existen novedades en el panel de empresas que salen a vender al mundo, porque históricamente se sostienen esos negocios desde esta provincia.
Es un viejo anhelo el de la mejora de la infraestructura, como es el caso de los Caminos de la Ruralidad, pero nos gustaría que fuese más abarcativo y con mayor celeridad que se ejecuten los tramos en las diferentes localidades, que están lejos de ya tener concretados 400 kilómetros de ripiado en 40 pueblos y ciudades.
Hay líneas de financiamiento para la producción con subsidio provincial, aunque son pocos los productores que lograron la aprobación al momento.
En el mismo sentido, las ayudas ante fenómenos climáticos es por demás lenta. El primer ejemplo pueden ser los productores de la zona San Genaro y Centeno que el año pasado padecieron inundaciones y aguardan por respuestas respecto a hidráulica o la mejora en el servicio eléctrico.
Se agregan los que padecieron la pedrada a mediados de diciembre, a los que le siguen prometiendo que "la semana que viene" llega el auxilio para afrontar el invierno sin cultivos.
No se puede plantear un panorama tan alentador, cuando lo que se hace es lo mínimo desde los lugares de decisión.
La lechería en Santa Fe y a nivel nacional funciona por inercia, no tiene novedades de consideración y enorgullecerse de eso es conformarse con lo mínimo y no con todo lo que se podría lograr realmente si la política acompañara positivamente al sector.