Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Agroindustria

Exportaciones, entre la caja y las oportunidades perdidas

Por Elida Thiery. Datos del INDEC demuestran que el mayor aporte a la caja nacional lo hace la soja, seguida por el maíz, liderando ampliamente a todos los sectores con demanda internacional. Con muchos desincentivos, Argentina se relega ante las oportunidades.

De los u$s 35.373 millones que se exportaron en el primer semestre del año desde Argentina, u$s 11.900 millones corresponden al complejo sojero, incluyendo harina, pellets, aceite, según datos del INDEC.

 

El segundo peldaño lo ocupa el complejo maicero con u$s 3.744 millones y un porcentual de 10,6%, luego el sector automotriz-autopartista que explica el 8,6% del total con u$s 3.038 millones, y completa el quinto lugar el complejo petrolero-petroquímico, aportando u$s 2092 millones (5,9%) y el complejo triguero, que exportó en el semestre por u$s 1.807 millones, 5,1% del total.

 

El resto de las ventas externas se reparten en casi medio centenar de rubros, la gran mayoría de ellos a partir de recursos naturales como son el sector agropecuario y minero, con baja industrialización.

 

De los principales 40 complejos exportadores del país sólo seis corresponden a sectores típicamente industriales de capital intensivos. Sobresalen en esa lista los sectores automotriz-autopartista, petróleo y petroquímica, la industria farmacéutica (u$s 468 millones), siderurgia (u$s 408 millones), aluminio (u$s 275 millones) y textil (u$s 186 millones).

Aún en un contexto de mejora del comercio internacional, las cantidades totales exportadas crecieron sólo 4,7% respecto a igual período del año anterior, con un índice de precios de las exportaciones que aumentó 22,4 por ciento.

 

Sin motivación

 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos elabora el indicador “Estimado de Apoyo al Productor”, (PSE por sus siglas en inglés), que refleja el nivel de apoyo a los productores agropecuarios, expresado como porcentaje de los ingresos del productor, por país.

En 2020, OCDE midió el indicador para 27 países y la Unión Europea. De éstos, 24 tienen un apoyo positivo al productor, es decir un incentivo al productor agropecuario, mientras que tres de ellos tienen desincentivos al productor, es decir un apoyo negativo. Argentina se encuentra en el segundo grupo, junto con India y Vietnam.

Argentina presenta una relación de -18,80%, el mayor nivel de desincentivo de los países considerados, ya que la relación apoyo al productor-ingresos es negativa.

 

El valor negativo que arroja el PSE es producto de la existencia de Derechos de Exportación a los productos agropecuarios y agroindustriales. Con estos números, es claro el desincentivo a la producción agropecuaria en el país al compararlo con otros competidores a nivel internacional.

 

En su último informe la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina considera que la política mundial apunta principalmente a acompañar e incentivar la producción agrícola y con ello de alimentos, más que castigarla por medio de diferentes políticas públicas. En este sentido, aplicar Derechos de Exportación no es una medida difundida a nivel mundial, debido a los efectos negativos que conlleva.

 

En Estados Unidos, China, países de Europa, Brasil, Canadá, entre otros, según el Banco Mundial sólo cobran menos del uno por ciento en Derechos de Exportación, mientras que en Argentina se cobra entre un 15 y 25 por ciento, lo cual deteriora la inversión que requiere la exportación para conseguir cada negocio.

 

El Monitor de FADA analiza la situación a nivel mundial con datos del Banco Mundial y muestra la relación entre los DEX y la recaudación tributaria nacional: de 33 países, en 25 representa menos del 1%, sólo en 5 países representa entre 15% y 25% (Argentina, Rusia, Bielorrusia, Kazajstán y las Islas Salomón).

 

De los países que tienen una relación DEX/recaudación más elevada, Argentina es el único que tiene un perfil agroexportador. Sólo en el primer semestre del año, las cadenas agroindustriales aportaron USD 4.808 millones de Derechos de Exportación, el 92,2% del total recaudado por AFIP por este concepto, revelan desde FADA.

 

El Monitor de Exportaciones muestra que el 50% de lo que produce el campo argentino se vende al mundo, luego de abastecer al mercado interno con la otra mitad. Este dato es el promedio de la relación exportación/producción de las 20 cadenas analizadas. Del total de exportaciones del país en el primer semestre de 2021, el 72% proviene de las cadenas agroindustriales, entre ellas, la carne. Es decir, 7 de cada 10 dólares que entran al país por las ventas al mundo se generan en estas cadenas.

 

En dinero, fueron más de 25.600 millones de dólares que ingresaron.

 

De los más de 25.600 millones de dólares exportados por el campo y la agroindustria, el 74,8% proviene de las cadenas granarias, 11,6% de economías regionales, 7,4% carnes, 1,9% lácteos y 4,3% otros productos. En este trabajo también se estudia la concentración de origen y de destino, con la intención de incluir cadenas que sean importantes y significativas a nivel nacional pero también en cada región del país.

 

Un mito recurrente es que exportar alimentos es malo, porque compite con el consumo interno. Este mito lleva a pensar que un kilo de carne que se exporta es un kilo de carne que se le saca de la mesa a los argentinos. Esto no es así, según el informe de FADA, ya que indica que el problema que tiene Argentina no es de abastecimiento de alimentos, es que los argentinos tienen los ingresos tan deteriorados que les cuesta acceder a estos alimentos. “El problema no es que no tenemos suficiente carne, leche, maíz o trigo, el problema es que los argentinos no podemos pagarlos, es que falta empleo e ingresos. Por eso las exportaciones en realidad ayudan al consumo interno, al generar más empleo y riqueza para que los argentinos puedan consumir más”, explica David Miazzo, economista en jefe de FADA.

 

Entre las cadenas de carne de vaca, trigo y vino, se generan más de 300 mil empleos en sus circuitos de exportación. “Este es solamente un ejemplo, la creación de trabajo se da en todas las cadenas agroindustriales, tanto en empleos directos como indirectos, va más allá de un número, son 300 mil familias argentinas que no tendrían ingresos si no exportáramos”, aporta Nicolle Pisani Claro, también economista de FADA.

 

Las exportaciones agroindustriales generan trabajo tanto en el campo como en la ciudad.

Te puede interesar

Teclas de acceso