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Agroindustria

El viernes, nueva reunión de productores con el INTA

Es para dar continuidad a las alternativas productivas y científicas para desarrollar en la ciudad, en medio del debate por la aplicación de fitosanitarios.

Los productores en general y en especial los del periurbano asisten a un clima en el cual opiniones sin aval científico pesan más que la verdad, que son los datos y evidencias científicas que guían las decisiones en la producción agropecuaria. La sensación es que todos pueden instalar “verdades alternativas” a la que ofrece la ciencia.

Es aún más grave cuando quienes no están capacitados para realizar un análisis crítico de la metodología científica, toman decisiones basadas en criterios que carecen del conocimiento que los expertos poseen para la lectura e interpretación de la metodología y de los resultados encontrados. Cualquier trabajo sin rigor científico puede en este caso ser considerado valido. De allí la importancia de considerar los resultados y opiniones de los expertos de igual o mayor categoría científica en el tema y de las comisiones científicas.

La pandemia ha sido un hecho ejemplificador en ese sentido. Tuvimos que creer y apoyarnos en la ciencia y en el método científico. Nos ha demostrado que los voceros más confiables son los científicos, los organismos internacionales que reúnen a los expertos en el tema, y los organismos de salud de los gobiernos. Pero también en esta difícil etapa tuvimos que separar la paja del trigo. No todas las alternativas que recomendaban para el control del virus, y muy difundidas, poseían evidencia científica, aun en el ambiente científico. Hasta que, por fin, fueron las comisiones de expertos, que, al evaluar la validez científica de los resultados, demostraron que no ejercían tal control.

Se discute mediáticamente la forma de producir, aun cuando no existe evidencia de que haya riesgo para la salud humana y el ambiente en la actividad productiva extensiva que realizamos. Se cuestionan productos fitosanitarios que han sido aprobados por las máximas autoridades regulatorias del país en este tema, SENASA, y posteriormente aprobados por las comisiones científicas más importantes del mundo. Se duda de la efectividad de una práctica internacionalmente reconocida e implementada para el control de los riesgos que afectan la salud y el ambiente: Buenas Practicas Agrícolas.

En este contexto, los Productores Unidos del periurbano de Rafaela, recurren nuevamente a quienes pueden ofrecer las respuestas, los científicos. El INTA Rafaela tiene la capacidad, conocimiento y credibilidad como para guiar y acompañar al sector productivo periurbano, en la elección de las alternativas tecnológicas que permitan lograr sustentabilidad ambiental y económica, protegiendo la salud de la población, tanto urbana como rural. Su ubicación en el sector periurbano de Rafaela, permite una mayor interacción y comprensión de los variados y complejos sistemas de producción extensiva del periurbano.

Los productores han sido escuchados por su director, el Ing. Jorge Villar, en reuniones previas. El viernes 5 de noviembre en las instalaciones del INTA Rafaela, los productores periurbanos asistirán a una reunión en la cual se informará y se discutirá sobre alternativas tecnológicas para implementar en la zona de restricción de aplicación de productos fitosanitarios de síntesis química.

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