En una entrevista con la destacada nutricionista Carolina Rossettón, abordamos conceptos innovadores en la alimentación y la salud. En esta conversación, Rosettón desafió las convenciones tradicionales y ofreció una perspectiva fresca sobre cómo debemos abordar nuestras comidas diarias.
Carolina Rossettón, afirmó: "Hoy en día recomendamos el consumo de aproximadamente cuatro comidas diarias como un parámetro general. Ya no recomendamos la idea de seis comidas o agregar colaciones entre cada comida. Prestamos más atención a detectar el hambre y evitar comer por inercia. Sabemos que no es necesario comer cada dos horas, ni atenerse a horarios estrictos. Propugnamos una mirada más consciente de nuestras señales corporales, comiendo según nuestras necesidades y en el momento adecuado."
Este enfoque revolucionario hacia la alimentación desafía las convenciones establecidas y nos anima a sintonizar con nuestro propio cuerpo. Rossettón enfatizó que no hay una talla única en la nutrición y que la calidad de lo que comemos es más importante que la cantidad. Sus consejos incluyen la incorporación de alimentos naturales y evitar los productos ultraprocesados.
En cuanto al desayuno, Rossettón destacó su importancia como la primera comida del día. "A muchas personas les sirve para organizar la alimentación y comenzar con un ritmo adecuado de comidas. Sin embargo, no es necesario despertarnos e inmediatamente desayunar. A veces, permitir que el cuerpo pida esa energía y desayunar más tarde es una opción que recomendamos. Esto es especialmente relevante para quienes tienen limitaciones de tiempo o espacio por razones laborales o actividades. La clave está en escuchar a nuestro cuerpo y ajustar nuestras comidas en consecuencia. Cada persona es única, y en una consulta nutricional, evaluamos en conjunto si el desayuno es necesario y cuál es el mejor momento para él. En algunos casos, omitir el desayuno puede ser beneficioso si no siente hambre por la mañana."
Es fundamental no solo centrarse en la forma en que comemos, sino que también es importante comprender cómo nuestro estilo de vida actual evolucionó hacia uno más sedentario. "Vivimos en una era de trabajo que implica estar sentados durante largos períodos de tiempo, lo que ha tenido un impacto significativo en el aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en los últimos años", adviertió Rossettón.
Este cambio en el estilo de vida nos obliga a cuestionar la cantidad de comidas que hacemos y, sobre todo, la calidad de lo que comemos. Rossettón abogó por volver al consumo de alimentos naturales, como huevos, productos integrales y preparaciones caseras. También destacó la importancia de incluir alimentos como los frutos secos, que no han sufrido intervenciones industriales y son una opción nutritiva.
Ayuno Intermitente
La nutricionista brindó claridad sobre una tendencia de moda en el mundo de la alimentación: el ayuno intermitente. "El ayuno intermitente es una práctica milenaria que consiste en prolongar las horas de ayuno, principalmente durante la cena y el desayuno. Sin embargo, es esencial entender cómo hacerlo de manera correcta", enfatizó.
Aunque el ayuno intermitente tiene beneficios potenciales, como la pérdida de peso y mejoras metabólicas, Rossettón adviertió que no es una solución universal. "Si ayunamos durante 8, 10, 12 o incluso 14 horas y luego comemos alimentos de mala calidad, no obtendremos los resultados deseados. Es fundamental comenzar por mejorar la calidad de nuestra alimentación".
La nutricionista enfatizó que la clave de una alimentación saludable es la calidad de los alimentos que consumimos. Incluir frutas, verduras, legumbres, huevos, yogures naturales y frutos secos en nuestra dieta es fundamental para mantener un estilo de vida saludable.
La licenciada recomendó hacer el ayuno intermitente de manera progresiva y bajo la supervisión de un profesional. "Iniciar con un 'reposo digestivo' de 12 horas, desde la cena hasta el desayuno, es un buen punto de partida. Luego, se puede extender gradualmente el ayuno, llegando a las 14 o 16 horas. Sin embargo, es esencial evitar caer en una obsesión con la comida, lo cual puede ocurrir si no se hace de manera adecuada. No se recomienda en casos de trastornos alimentarios ni en diabetes tipo 1."
Alimentación Saludable = Buena calidad de los alimentos
La conversación con la nutricionista Carolina Rosssettón nos brindó una nueva visión de cómo abordar nuestra alimentación y salud en la era moderna. En última instancia, lo que queda claro es que la calidad de los alimentos es primordial en nuestra búsqueda de una alimentación saludable.
En lugar de obsesionarnos con la cantidad de comidas que hacemos o las horas específicas en las que comemos, Rossettón nos instó a centrarnos en la calidad de lo que consumimos. Esto implica alejarnos de los productos industriales procesados y explorar alternativas más naturales. Desde preparaciones caseras hasta opciones de marcas locales y menos procesadas en las dietéticas, el enfoque se desplaza hacia alimentos integrales y productos frescos.
La importancia de incluir frutas, verduras y legumbres en nuestra dieta es una estrategia esencial para mejorar la calidad de nuestra alimentación. La hidratación adecuada también es clave, y aumentar la ingesta de agua a lo largo del día puede marcar una gran diferencia en nuestra salud.
Carolina Rosssettón nos recordó que no es necesario eliminar por completo grupos de alimentos, como las harinas, sino que podemos optar por una calidad superior al seleccionar alimentos integrales. También nos alentó a no temer a la incorporación en el desayuno a alimentos como el huevo y los frutos secos, que son ricos en nutrientes esenciales.
Al adoptar esta mentalidad de enfocarnos en la calidad de lo que consumimos, podemos lograr una alimentación más satisfactoria y equilibrada. Con alimentos que nos llenan y estimulan nuestro paladar de manera saludable, podemos dejar atrás el ciclo de picoteo constante que a menudo acompaña a las comidas ricas en harinas ultraprocesadas. Carolina Rossettón nos recuerdó que la mejor recomendación para una alimentación saludable comienza por la calidad de lo que ponemos en nuestro plato.