Por Cynthia Díaz
Las rutas nacionales en Santa Fe siguen siendo noticia por los accidentes y muertes que acumulan el último tiempo. La falta de mantenimiento es cada vez más notoria y el gobierno provincial fue doce veces a reclamar a Nación por el cumplimiento de su deber. El Gobierno de Javier Milei sigue firme en la posición de no hacerse cargo de las obras.
En diálogo con Mitre Santa Fe, el ministro de Infraestructura, Lisandro Enrico, se refirió a la situación de los corredores nacionales y manifestó que “Hay un desconocimiento muy grande de la realidad y tampoco se hacen cargo de los impuestos”.
En la misma línea, para dimensionar el estado de los caminos, dijo: "las rutas son un peligro, los conductores salen a manejar y no saben si vuelven".
Con respecto al último encuentro con autoridades nacionales, el ministro aseguró que se volvieron directamente con una negativa y sin esperanzas de que la situación se revierta.
Puente Santa Fe - Santo Tomé
Consultado sobre la nueva obra del Puente que unirá ambas ciudades, Enrico confirmó que a fines de marzo y principios de abril la obra estará en marcha.
En cuanto a la obra, contempla tres sectores, siendo dos de ellos las cabeceras y obras aledañas en la localidad de Santo Tomé y Santa Fe, y el restante el puente propiamente dicho sobre el Río Salado. El puente existente facilitará -con dos carriles- el ingreso del tráfico a la ciudad de Santo Tomé, mientras que el nuevo puente se destinará a facilitar el cruce hacia la ciudad de Santa Fe -también con dos carriles-.
Sobre la cabecera de Santa Fe, se prevé la demolición del pavimento de hormigón existente, que cuenta con numerosa cantidad de bacheos y losas deterioradas. Luego se proyecta la construcción de dos calzadas de 9,30 m de ancho (dos carriles de 3,65 metros de ancho y una banquina de 2 metros de ancho), una de ellas sobre el terraplén existente (prácticamente coincidente con el pavimento que se demuele) y la otra sobre un terraplén que se prevé construir al norte del existente. También tendrá obras complementarias como iluminación, parquización, construcción de bicisenda, entre otras.
Sobre la cabecera de Santo Tomé, se plantea una reconversión del sentido del tránsito existente, que a grandes rasgos se puede resumir en un impedimento del giro a la izquierda por calle Mitre para la mano que circula desde Santa Fe hacia Santo Tomé, y el cambio de sentido de Avenida Mitre en las últimas dos cuadras antes de llegar a la Avenida 7 de Marzo (ingreso al puente Carretero) convirtiéndola en sentido único en sentido sur-norte.
En cuanto al sector del puente, cuenta con una longitud de 1.300 metros. El proyecto incluye también la protección contra erosión del estribo. También se contempla la iluminación de todo el puente, la colocación de defensas metálicas y barandas.
