Históricamente, el derecho del trabajo ha sido una valla de contención a la explotación y un reaseguro del respeto a la dignidad de los y las trabajadoras. Así el derecho del trabajo desempeñó en este sentido un papel revolucionario, en cuanto significó la contención del capitalismo salvaje.

En nuestro país con denodado esfuerzo y lucha impetuosa, los derechos de los trabajadores se fueron consagrando legislativamente desde 1904. Era el “Nuevo Derecho” que se agitaba en nuestro Parlamento y en toda la sociedad. Se remitía en aquel año el primer proyecto de Código de Trabajo impulsado por Joaquín V. González, y Alfredo Palacios iniciaba su obra, impulsando un derecho en expansión, en una Argentina que se organizaba en una economía capitalista dependiente de los designios de las metrópolis de turno.

Precisamente la primera ley que lograría sancionar Alfredo Palacios en 1904, y que iniciaría el corpus normativo que integraría este “Nuevo Derecho” sería la Ley Nº 4.661 de descanso hebdomadario (descanso dominical). Le seguirían muchas otras, como la Ley 5.291 reglamentaria del trabajo de mujeres y menores, la Ley 9.104 extendiendo los alcances de la ley de descanso hebdomadario, la Ley 9.688 de Accidentes de Trabajo, la Ley 11.933 de Seguros de Maternidad, entre otras.

Las hondas transformaciones que sacudieron al país en los últimos 30 años como producto de la aplicación de las políticas neoliberales, terminaron por reconfigurar completamente las bases de la sociedad. El proceso de mutación estructural, marcado por el desempleo generalizado, la precariedad, el empobrecimiento, la vulnerabilidad y la exclusión social, si bien arrancaría a mediados de los ’70 con la dictadura militar más sangrienta que conoció nuestro país, tendría su profundización en la década del ´90.

El sistema de relaciones laborales definido en base a un importante grado de intervención estatal en el mercado de trabajo, sufrió en la década del ’90 modificaciones legislativas en sus principales características. Fue entonces cuando, al calor del “Consenso de Washington”, se fueron imponiendo un conjunto de reformas en la legislación laboral y en el sistema de seguridad social en base al falaz argumento de que los problemas del mercado de trabajo eran producidos por la acción combinada de una rígida legislación laboral y de costos laborales muy altos. Por ello, las políticas recomendadas por los organismos internacionales debían, por un lado, introducir mecanismos de flexibilidad para la contratación y el uso de la fuerza de trabajo, y por el otro, reducir los costos de las empresas para financiar la seguridad social.

En nuestra provincia, desde hace ya más de un año, los trabajadores del Sindicato de Empleados de Comercio, llevan adelante una importante campaña para recuperar el descanso dominical. La Cámara de Diputados de Santa Fe en octubre del año pasado dio media sanción al proyecto de Ley que establece el Descanso Dominical para los trabajadores mercantiles. 

Las fuertes presiones de sectores empresarios, llevaron a que con más de un año de demora, el Senado provincial aprobara con modificaciones el proyecto con media sanción, que volvió así a la Cámara de Diputados para su sanción definitiva. Con profundo asombro y preocupación, tomamos conocimiento a través de los medios de comunicación, que el único senador provincial socialista, Ing. Miguel Lisfchitz, no estuvo presente el día de la aprobación del proyecto. Su ausencia, nos llama aún más la atención ya que, a través de las redes sociales se difundieron numerosas actividades del senador, hasta horas antes de la sesión del senado y durante los días posteriores.

La ambición de lucro de muchos grupos económicos que operan en el país (hipermercados, shoppings, cadenas de comida rápida, etc.) sigue avasallando el derecho a la protección integral del tiempo de descanso y recreación de los trabajadores y sus familias. Para los y las socialistas que integramos la corriente interna de opinión “Igualdad y Participación”, no puede haber ninguna duda, respecto a de qué lado debe estar el Partido Socialista. Es indispensable desmontar las reformas características de la flexibilización laboral, aportando al restablecimiento pleno del principio protectorio, vector fundamental del derecho del trabajo, como lo hiciera Alfredo Palacios hace ya más de un siglo.

Hoy frente a la posible sanción de la ley, como forma de presión, la cadena de supermercados COTO ha anunciado la suspensión de trabajadores por 30 días. Es por ello que, a través de este medio exigimos al Secretario General del Partido Socialista de Santa Fe de explicaciones públicas de su ausencia en la sesión del Senado Provincial en la cual fue aprobado por unanimidad el proyecto de ley de descanso dominical impulsado por los trabajadores del sindicato de empleados de comercio.

Firman: Miguel Zamarini, Silvia Augsburger, Sergio Liberati, Pedro Pavicich