El pasado martes 20 de diciembre, pasadas las 20:00 horas, efectivos policiales, personal de la Guardia Urbana de Rafaela y una dotación de Bomberos Zapadores fueron convocados tras registrar un principio de incendio en la Alcaidía local, ubicada en Avda. Mitre y Bv. Santa Fe. Si bien la información oficial era escasa, uno de los trascendidos era que se trató de una pelea entre dos reclusos, que dejó como saldo a uno de ellos con quemaduras y el restante con heridas cortantes, siendo el primero trasladado al Hospital Jaime Ferré para tratar sus lesiones. En tanto, a esta redacción finalmente llegó la información de que las llamas habían sido generadas por un interno que había ingresado en horas de la tarde, por haber incumplido una prohibición de acercamiento, descartando una pelea.
A una semana del hecho, la madre del fallecido decidió contactarse con Rafaela Noticias para emitir sus declaraciones acerca de lo ocurrido.
En primera instancia, contó que “como todos sabemos, supuestamente, se prende fuego en la Alcaidía de Rafaela mi hijo, donde pierde la vida. Mi hijo era hipoacúsico, estaba en un tratamiento psiquiátrico, estaba medicado”.
Poniendo en contexto, informó que el 7 de noviembre lo acompañó a un psiquiatra de San Cristóbal. Hasta ese momento, estaba medicado. “Tenía trastorno de conducta”.
“Él vivía en su casa en Virginia con su pareja y se separaron por los problemas que tenían. Ella lo denunció y le pusieron una perimetral para que no se acerque”. En ese sentido, el martes 20 de diciembre lo detuvieron por una llamada de un vecino de Humberto Primo. El reclamo fue porque estaba violando dicha medida.
“Se hace la presencia policial en el domicilio de su pareja, donde cuatro policías lo cargan en una camioneta y lo llevan a la comisaría. Hay vecinos que vieron y escucharon que a Gabriel lo cagaron a palos, que agonizaba”.
Continuando con el relato, expresó: “Yo les pregunto a esos cuatro policías, o cinco, que agarraron a mi hijo. Mi hijo era inimputable, tenía que haberlo pasado por un hospital para que lo vea un psiquiatra. Si en el de Humberto Primo no había psiquiatra, lo tenían que pasar al de Rafaela”. En sintonía, sostuvo que en el Jaime Ferré están los profesionales que necesitaba.
“Le robaron los derechos humanos, me lo mataron. Mi hijo jamás se hubiera sacado la vida”.
Por otro lado, resaltó que su hijo no podía estar en una celda y se preguntó de dónde sacó un encendedor para prender fuego los colchones y tirarse arriba de ellos. Gabriel tuvo el 92% de su cuerpo quemado a raíz del incidente.
A su vez, informó que recibió un llamado alrededor de las 20 horas (del martes) en el cual se le notificaba que su hijo ingresaba a la Alcaidía. Más tarde, cerca de las 21:00, recibió otro llamado donde le explicaban que lo estaban trasladando al hospital Cullen -Santa Fe-.
“Muchas cosas no me cierran. Lo único que pido es justicia. Hay muchas preguntas sin respuestas”, lamentó.
Respecto a Gabriel, tuvo constantes internaciones en Ceres -donde reside la familia-, en Ataliva 5 años atrás. “Se hizo lo que pudo, pero no tenían derecho a matármelo”.
Finalmente, pidió la difusión del video para hablar con la Dra. Gabriela Lema porque necesita ayuda. Asimismo, agradeció al Intendente de Virginia y de Ceres por estar siempre presentes.
