Después del agobiante calor de la mañana, pasado el mediodía se vislumbraba la ansiada tormenta que por fin llegó para traer un poco de aire fresco a los rafaelinos y mitigar el intenso calor que dominó las últimas jornadas.

Fuertes ráfagas de viento precedieron a la lluvia y dejaron como consecuencia varios árboles caídos, columnas de alumbrado y postes de energía eléctrica determinando la falta de luz en algunos sectores de la ciudad. Inconvenientes que rápidamente fueron abordados por los diferentes organismos destinados a normalizar este tipo de situaciones.