Cumplió su sueño de tener un tambo, pero días atrás le carnearon la mitad de los animales. El hecho sucedió en la zona rural de San Martín de las Escobas, Santa Fe.
La víctima fue Rodrigo Berta, de 30 años, que al llegar al campo para realizar el ordeñe se encontró con los restos de los animales faenados. Este joven tambero accedió al retiro voluntario de una empresa láctea local y con ese dinero invirtió en vacas. Luego pudo comprar más animales y la ordeñadora y llegó a producir 300 litros diarios.
Tras el robo, todo es desazón para él y piensa en vender. “La verdad, te desmoraliza un montón”, contó a Campo Litoral.
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Además, Berta comentó que está acobardado. “Tanto esfuerzo y sacrificio de todos los días, porque estoy de lunes a lunes, para esto”, se lamentó.
El productor tenía 11 animales y estaba contento porque se hizo de cero. Sin embargo, el pasado miércoles le faenaron cuatro animales, una vaquillona por parir y herramientas como mangueras, pezoneras, grupo electrógeno y una bomba de agua sumergible.
Crear un tambo desde cero
Su proyecto comenzó cuando accedió al retiro voluntario y con ese dinero compró cuatro vacas. “Empecé cuidándolas en la calle; me hice un techo para ordeñarlas en un pedacito de terreno que me dieron", contó.
Luego compró dos animales más y alquilo 12 hectáreas de campo. Ahí sembró pastura y montó el tambo. “Pude comprar cuatro vacas de ordeñe con la Cooperativa Guillermo Lehmann; para mí era una locura. Estaba feliz de la vida", dijo Berta.
El robo puso en duda la continuidad del tambo. Pensaba comprar más animales, pero por ahora analiza en vender todo.
Berta contó que por ahora ordeña a mano, ya que las vacas restantes hay que continuar el ordeñe. Los vecinos le prestaron herramientas para que pueda continuar y llevarle agua a los animales.
"Todos me dicen que no tome decisiones apurado, pero no dan los números, no hay forma. No da para seguir con seis vacas. Está muy torcida la economía; mi pensamiento es vender", relató con angustia.
De esta manera, la posibilidad de un tambo propio quedó trunca. La Policía Rural siguió los rastros de los ladrones, pero se pierden al llegar al pueblo y no se pudo identificar. Por ahora espera para tomar una decisión, pero su posición es vender.
Fuente: Agrofy