Una mujer de 30 años ingresó a su instagram personal para realizar una compra a través del usuario “Sillones.Arg”, que se dedican a la venta de sillones y muebles.
Momentos antes se había contactado con una persona para pactar dicha compra. Se pasaron los datos por la mencionada red social y la víctima transfirió una suma de 65 mil pesos.
Con el correr de las horas les dijeron que enviarían por email la factura. Luego de ello, le restringieron sus publicaciones y desde el banco le dijeron que no parecería tratarse de una estafa, dado los seguidores y fotos compartidas.
Por otro lado, un rafaelino puso en venta en Marketplace una cama y recibió el mensaje de un “comprador”. Este le transfirió la suma que pedía y envió una captura evidenciando el pago.
Pero, ese dinero nunca llegó. Lo llamaron y le dijeron que la transacción estaba en pausa por tratarse de una transferencia de empresa a persona física. Realizó dos movimientos a una cuenta y terminó perdiendo más de 100 mil pesos y con bloqueos en su teléfono.