Cuando uno empieza a hacer experimentos. Cuando uno quiere inventar, las cosas terminan mal. Y eso fue lo que pasó con el “Yagui”, debido a los continuos errores que se cometían en ese caso y como fue repercutiendo en el equipo. Con jugadores que jugaban con su historia y no con su presente. Con jugadores que los ponían en posiciones que no se sienten cómodos o no les gusta y con planteos demasiados especulativos, fundamentalmente cuando uno juega en casa.
Nadie desconoce las limitaciones que tiene el equipo, pero con esos mismos jugadores se había logrado un lindo colchón de puntos, que no se pudo mantener en la última etapa y ahora la zona del descenso cada vez acecha más.
Por eso el cambio de timón, por eso el cambio de aire y ver si los jugadores vuelven a encontrar la motivación necesaria para seguir defendiendo dignamente los colores de la camiseta. Por estas horas suenan muchos nombres y seguramente la dirigencia buscará lo que más le sirva para cumplir el objetivo de mantener la categoría. Jorge Burruchaga, Darío Franco, Ricardo Carusso Lombardi, y así podría nombrarles un montón de candidatos a suceder a Forestello. Pero acá debe quedar mucha claro a que vienen a Rafaela y con el plantel que cuentan, para que nada te sorprenda en el futuro.
Acá hay que cumplir el objetivo de seguir en la “A” y habrá que extremar los esfuerzos para que ello ocurra, de parte de todos, y pensar que se puede, sin bajar nunca los brazos.