Este mismo gobierno que tiene que negociar ahora, es quien denunció penalmente a los funcionarios de ese organismo que acordaron en 2018.
El FMI le reclama al país un plan económico claro, que asegure crecimiento con el que puedan pagar la actual deuda, en resumen lo que exigiría cualquier acreedor financiero. También exige que el acuerdo sea difundido y esto es complicado para la coalición gobernante, que no puede vender internamente a los sectores más radicalizados, que aceptó las condiciones propuestas por el Fondo. Esto último hace también que se exageren estas exigencias para justificar el no acuerdo. No arreglar con el Fondo Monetario es un fracaso de la dirigencia que se paga con inflación, desempleo y pobreza.
Entre diciembre y marzo del año próximo vencen 8.800 millones de dólares en distintos organismos de crédito, principalmente con el FMI y el Club de París, este último en el mes de marzo, por lo que consideramos esa la fecha tope para lograr un acuerdo. Por supuesto que sería excelente hacerlo antes, ya que los vencimientos de diciembre ya son altos, casi 2000 millones en diciembre, 1300 en enero, 600 en febrero y 4900 en marzo. Imposibles de pagar sin renovación de deudas o recursos nuevos.
Sin acuerdo continuaremos sin crédito internacional, y deberemos seguir financiando el gasto vía emisión monetaria, lo que implica convivir con inflación. Las inversiones seguirán desaparecidas y el país no crecerá, sus habitantes no encontraran empleos y la pobreza continuará aumentando.
Si se acuerda, tampoco tendremos un camino alfombrado, el mundo descree de Argentina, que por mérito propio se encuentra fuera de los mercados internacionales y costará mucho recuperar la confianza, sino pregunten a Mauro Icardi sobre este tema, recuperar la confianza, de finanzas no sabe.
Arreglar con el Fondo y volver a los mercados internacionales de crédito, es condición necesaria pero no suficiente para que el país crezca. Para ello necesitamos un cambio de rumbo económico, no hay crecimiento sin inversión y no existe la inversión sin ahorro. Argentina tiene su ahorro por el piso, debido a que posee déficit fiscal permanente, es decir, hay ahorro fiscal negativo, ya que el Estado se consume todo lo disponible y compite contra la inversión privada tomando todo el crédito, nacional e internacional, disponible. Hoy en virtual cesación de pagos, ninguna empresa puede financiarse en el exterior y si hay menos inversión, en el mercado hay menos bienes y servicios y por supuesto menos empleo. Si no se consiguen inversiones extranjeras el camino es hacer nacer inversión interna, pero esta es inviable sin crédito, el cual no existe sin ahorro. El primer paso será asumir nuestra dura realidad, el segundo trabajar para cambiarla
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