Son varias los comentarios anónimos que agentes de la Policía le hacen llegar a Rafaela Noticias para mostrar su malestar con uno de sus encumbrados pares.
Es que, según pudo indagar éste portal sobre lo que ocurre puertas adentro de la Unidad Regional V de Policía, habría “una manzana podrida”, que ennegrece el buen trabajo que intentan llevar a cabo la Jefa y Sub Jefe la Unidad, la Directora de Policía Doris del Valle Abdala y el Subdirector de Policía José Ángel Carruega.
Pese a los esfuerzos por conocer la identidad del implicado, las distintas fuentes se negaron a compartir esa información tras asegurar que “está todo en investigación”. Sin embargo, trascendió que se trataría de un oficial de alto rango que estaría manipulando la información que se comunica a los distintos niveles de conducción de la fuerza y que, entre sus responsabilidades está la de mantener el orden público de la ciudad.
Lo que motivó las sospechas de que estaría ocultando información apareció cuando varios ciudadanos se presentaron a reclamar por la lentitud en el esclarecimiento de los ilícitos del cual fueron víctimas.
Al revisar los registros, salió a la luz que varios robos a mano armada, escruches, arrebatos y distintos hechos contra la propiedad no estaban siendo comunicados, ni a los superiores, ni a los organismos de investigación ni a la propia Justicia.
Los rumores entre pasillos hablan de que el motivo de éste ocultamiento sería la presunta vinculación de éste oficial con los sectores del delito.
Hasta donde pudo conocer Rafaela Noticias, éste Oficial incluso habría ordenado tareas de inteligencia ilegal.
Es que, siempre confiando en la palabra de quienes revelaron ésta situación al medio, el Policía habría dispuesto que se siga a periodistas y se les tome fotografías. Pero no sólo con la prensa, sino que ésta situación también se habría dado con ex compañeros de la fuerza, a quienes les “asigno” una escolta.
De confirmarse toda éstos trascendidos, estaríamos frente a un hecho de una gravedad institucional más que preocupante, donde alguien que supestamente debería estar al servicio de la comunidad, se dedicaría a jugar a la telenovela “poliladron”.
«Quis custodiet ipsos custodes?» que traducida sería algo como «¿Quién vigilará a los vigilantes?» nunca estuvo tan vigente en Rafaela.