En las últimas 2 semanas tuvimos roturas de caños maestros y en el acueducto Esperanza-Rafaela que dejaron en knock out al sistema de distribución de agua en casi toda la ciudad. A 7 meses de la nueva gestión provincial, aún no sabemos cuándo comenzará a construirse el nuevo acueducto. La Municipalidad, ahora socia de Aguas, debería exigir definiciones. En respuesta a mi presentación en la Defensoría del Pueblo, donde solicité la renovación y reparación de la red y la construcción del acueducto, el ENRESS reconoce "el escaso desarrollo que ha tenido el programa de rehabilitación y renovación de redes y el de instalación de cañerías de refuerzo en sectores críticos" y también denuncia "un alto grado de obsolescencia ya que parte de las mismas fueron instaladas en el período 1937-1957". Habla de "la necesidad de efectuar la prestación con presiones limitadas que no afecten la resistencia mecánica de las cañerías para evitar la rotura de las mismas y de las conexiones domiciliarias". Por último, insiste para que "las autoridades municipales orienten su reglamentación de zonificación urbana para evitar la concentración del consumo de agua en ciertas zonas en desmedro del servicio en otros sectores, debiendo ASSA tener en cuenta en los trámites de factibilidad las nuevas urbanizaciones y construcción de edificios de propiedad horizontal para que no se afecte al nivel del servicio existente". En resumen, el sistema está deteriorado en forma significativa y no va a resistir el caudal de un nuevo acueducto, absolutamente necesario, pero que tampoco sabemos cuándo será construido. Señores funcionarios, gobernador, ministro, legisladores, intendente y concejales: esperamos, como ciudadanos, definiciones dignas que no insulten más a nuestra inteligencia.