En la ciudad de Rafaela, la inseguridad es un tema que preocupa a toda la ciudadanía, sin importar edad ni clase social. ¿Cuáles son los principales desafíos en torno a este tema?

Si bien son muchos los desafíos que en esta problemática podemos analizar, vamos a centrarnos en 3 de ellos que, a nuestro juicio son los que generan mayor alarma entre los vecinos.

-Robos y arrebatos

En la ciudad, cada vez son más las personas que han sido víctimas de robos o arrebatos, sea en sus domicilios, comercios o en la calle.

Las últimas estadísticas con las que cuenta la ciudad en este sentido, datan del Relevamiento Socioeconómico de 2016, cuya información fue recabada en 2015. Para ese año, el 23,8% de los hogares manifestaba que habían sido víctimas de robos o hurtos. En los hogares que sufrieron delitos, los más frecuentes fueron hurto o robo en la vivienda (49,1%) y hurto o robo en el espacio público (47,9%). También frecuentes pero en menor medida fueron el robo o hurto en vehículos (17%) y los actos de vandalismo contra vehículos (15,2%)

Si bien no hay estadísticas actualizadas en este sentido, podemos inferir que estos hechos han ido en aumento. Ante estas situaciones es necesario generar iniciativas claras, donde todas las fuerzas de seguridad de la ciudad actúen con contundencia para frenar la impunidad con la que los ladrones actúan en la ciudad.

-Narcomenudeo

Las capturas de drogas son importantes, de la mano de los decomisos que se realizan por las fuerzas federales y provinciales. Si bien estas maniobras en fronteras y rutas constituyen un claro avance en la lucha contra el narcotráfico, no son suficientes para eliminar la droga que hay en el mercado. En las ciudades, especialmente ciudades de tránsito como la nuestra, se requiere un enfoque especial respecto al microtráfico, dado que la violencia que trae aparejada la comercialización de droga está vinculada al narcomenudeo y no a la presencia de carteles internacionales. El mayor problema en nuestra ciudad se ubica en torno a los lugares donde venden droga, que en muchas ocasiones son conocidos por los vecinos del barrio, quienes aun denunciando, ven cómo esta actividad se encuentra en crecimiento, fundamentalmente porque también constituye una salida laboral para muchos jóvenes.

-Violencia de género

En la provincia de Santa Fe son alarmantes las cifras en torno a las víctimas por violencia de género, un debate que se está dando de forma incipiente en la ciudad. Según la editorial de hoy de Diario Castellanos, en 2017, en nuestra provincia se registraron 38 casos de violencia de género, de las cuales en 22 casos las mujeres asesinadas no superaban los 34 años. 

El 2016 cerró con la triste y terrible cifra de 36 femicidios. El 2015 había cerrado con 31 mujeres asesinadas por la violencia machista y en 2014 habían sido 10. Es evidente el retroceso del Estado en las políticas de prevención. 

En nuestra ciudad, además la situación tiene el agravante de que los dos femicidios registrados en 2016 y 2017 no fueron aclarados por la justicia.

Recién en 2017 hubo señales del poder político de poder ver la cuestión de género como una problemática de la que el estado debe ocuparse: en el mes de junio se votó una ordenanza de botón antipánico para las víctimas de violencia de género y en el mes de diciembre se votó la creación de una Oficina de Violencias de Género. Con estas dos ordenanzas, queda en manos del Ejecutivo generar los instrumentos necesarios para que, al menos en el plano local, las víctimas de violencia de género tengan un primer lugar de prevención, asistencia y contención, situación que hoy en día, no está garantizada.

Con estos desafíos, un año sin elecciones puede ser un marco adecuado para generar los consensos necesarios a fin de encontrar una salida a estas problemática, donde sin dudas, no debe distinguirse entre oficialismo y oposición, sino que todas las fuerzas políticas deben trabajar conjuntamente a fin de garantizar mayores índices de seguridad social.