Los santafesinos, y los argentinos en general, tenemos la preocupación por la forma en que los políticos compiten por el poder, y cómo esto a menudo se convierte en una lucha destructiva y acusatoria en lugar de una competencia basada en la capacidad y las propuestas concretas. Se enfrascan en desacuerdos verbales y acusaciones mutuas, sería mucho más saludable para la democracia si los políticos se enfocaran en demostrar su capacidad e inteligencia a través de la presentación de planes viables y realizables para el bienestar de la sociedad.

Es importante que la clase dirigente aprenda a competir de manera constructiva y respetuosa, en lugar de socavar la confianza del público en el sistema político. Tienen que centrarse en soluciones reales y efectivas para los desafíos que enfrenta la sociedad, en lugar de ataques verbales y descalificaciones, la clase política puede ganar el apoyo de los votantes de manera más efectiva y trabajar para construir un futuro mejor para todos. La campaña electoral en Santa Fe, en la interna de JxC no se centra en un debate constructivo de propuestas, dos de los candidatos se enfrascaron en una "guerra discursiva" destructiva.

Esta situación no solo es perjudicial para la democracia, sino que también puede afectar negativamente la calidad de las propuestas presentadas y la capacidad del electorado para tomar decisiones informadas. Es tan difícil llegar a un consenso sobre temas importantes como la economía, la educación o la seguridad. Si los que tienen la responsabilidad de gobernar, no pueden ponerse de acuerdo sobre los problemas y las soluciones, puede ser difícil tener un debate constructivo.

Es importante que los candidatos se centren en presentar sus propias propuestas con claridad y respetar la opinión de los demás. En lugar de atacar a sus oponentes, deberían centrarse en exponer sus planes de gestión y demostrar su capacidad para llevarlos a cabo de manera efectiva. De esta manera, los santafesinos pueden tomar decisiones informadas basadas en las propuestas concretas de cada candidato, en lugar de verse influenciados por una retórica destructiva y sin sentido.