Es decir uno empieza a entender todo lo que ocurre en nuestro vapuleado fútbol, por el manejo despótico e interesado de su presidente de la AFA, Julio Grondona; que solo piensa como tener una AFA más rica a costa de los clubes, que todos los días se desploman un poco más en su economía, para caer en quiebras millonarias y muy pocas veces se pueden salvar.
Después escuchamos que se quiere organizar un mundial o lo que sea, cuando ayer en el Chaco fuimos la risa del fútbol sudamericano y mundial, ya que no se pudo jugar por falta de luz. Parece poco creíble que estas cosas sigan pasando en nuestro deporte más popular. Los dirigentes responsables donde están, donde se metieron, que hacen, me pueden explicar un poco todo esto. Realmente cuando miraba las imágenes por la tele, sentía vergüenza ajena y por sobre todas las cosas una vez más los perjudicados fueron los espectadores que hicieron un esfuerzo terrible por asistir, para ver nada,
Suena poco serio cuando queremos organizar algo, por qué siempre pasa algo. Por qué siempre tenemos que hacer todo mal, para que la selección no quiera ir más al interior, cosa que le cuesta y mucho poder moverlos de Buenos Aires. De poco vale que ahora que digan fue este o aquel, o como ocurre siempre en la Argentina, nadie fue. Lo que ocurre que debemos respetar más a la gente y no tomarle el pelo como se le hace constantemente, poniéndoles partidos a cualquier hora o para comprar entradas tenés que hacer colas de un día.
No hay dudas que nuestro fútbol está muy enfermo y que mucha culpa la tienen los dirigentes, que son obsecuentes de Grondona y en cada votación levantan la mano en forma instantánea, debido a los “favores” que le deben al jefe. Pero evidentemente si no se da un cambio de timón a todo esto, vamos camino a que cada vez allá mas clubes pobres, mas quiebras, mas violencia y más dirigentes que se instalan en el poder para no irse nunca más.
Así estamos y todos los que queremos a este deportes, somos un poco responsable de este presente, pero a su vez somos las personas capaces de ayudar a dar vuelta la página y pensar que se puede hacer todos los días un poco mejor.