La clausura de un local comercial ubicado en pleno centro luego de que se detectara más gente de lo que estaba permitido y sin respetar las condiciones mínimas de distanciamiento social y, la infracción avalada tácitamente con la presencia de una funcionaria provincial de la delegación de Educación, y una ex candidata a Concejal por el espacio Podemos, pone de manifiesto dos cuestiones. La primera, la falta de conciencia respecto del cuidado de la salud que deben tener los comerciantes que durante varios meses reclamaron la apertura de sus actividades. En segundo lugar, la presencia de una funcionaria y una ex candidata a Concejal obliga a pensar que las normas sólo se aplican para algunos, mientras que, para otros, hacemos la vista gorda. 

Pero también, para no poner la carga sobre dos personas que salieron festejar el Día del Amigo, aunque incumpliendo todos los protocolos y recomendaciones que la misma clase política reclama a los ciudadanos y ciudadanas de a pie, también es necesario mencionar que es una constante en Rafaela, las violaciones a las disposiciones nacionales por parte de todos y toda la ciudadanía, o una parte importante de ella. Pareciese que los 90 días sin contagios en la ciudad nos dieran la impunidad para retornar a un estado pre-pandemia. 

Esperemos que tal situación no sean sólo una puesta en escena del gobierno local para mostrar firmeza, sino que sirva de ejemplo y que marque un antes y un después en cuanto a los controles que se llevan adelante. Como así también, que tampoco quede en una quema de herejes, sino que nos permita como sociedad, tomar conciencia del peligro al cual nos enfrentamos. Tuvimos 21 casos de Coronavirus, y una persona lamentablemente falleció. El virus puede ingresar en cualquier momento a la ciudad por los permeables controles en los puntos de acceso. Entonces, si no podemos confiar en la mano blanda de la clase política, es menester que sea la ciudadanía la que dé el ejemplo.