Últimamente se ha hablado mucho de las cuestiones judiciales que provocó la Ley de Medios de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley de Medios). Creo que es oportuno conocer qué regula y qué se pretende con esta ley.

Tres aclaraciones previas: 1) La ley fue sancionada por amplia mayoría de todos los bloques (oficialismo y oposición) del Congreso Nacional, luego de una profunda discusión en ámbitos académicos y no académicos de todo el país. 2) No se aplica al papel (es decir que, no alcanza a los diarios). 3) No controla el contenido de las noticias.

¿Tiene importancia esta ley, para la vida democrática del país?

Entre los objetivos fundamentales de la ley, está el de garantizar el derecho que tenemos todos los ciudadanos a acceder a la información y a expresar libremente nuestras ideas.

Para decidir a quien votar, para evaluar una gestión de gobierno, o simplemente para conocer la realidad y poder opinar, necesitamos disponer de información variada y suficiente.

Sólo después de escuchar distintas opiniones, podemos formar la nuestra. Y para eso es imprescindible que exista libertad de expresión, o sea, distintas voces que nos informen.

En el esquema todavía vigente (hasta que pueda aplicarse totalmente la ley), la información está concentrada en pocas manos. Un solo grupo (Clarín) posee más del 60% del espectro informativo. Esto quiere decir que de cada 10 noticias, 6 nacen de la misma “usina” informativa.

Esto es contrario a nuestro derecho a informarnos y atenta además, contra la posibilidad de expresarnos libremente.

Por eso, la Ley de Medios impide la formación de monopolios informativos.

¿Cómo lo hace?

Algunos de los mecanismos que prevé son: poner un tope al número de licencias que cada empresa puede tener y, dividir el espectro audiovisual en tres, asignando: un tercio para las emisoras públicas (estatales y no estatales, nacionales, provinciales y municipales), un tercio para las que no tienen fines de lucro y el tercio restante para las privadas.

Mediante éste, y otros mecanismos que contempla la ley, se garantiza la existencia de pluralidad de voces.

¿Cómo se asegura el cumplimiento de la ley y que el monopolio privado no sea sustituido por uno estatal?

Con la conformación de un ente (el AFSCA), cuyo Directorio debe integrarse con representantes no sólo del oficialismo, sino también de los partidos de la oposición, que tengan representación en el Parlamento. Se forma también una Comisión Bicameral integrada por 8 diputados y 8 senadores; un Consejo Federal, integrado por distintas entidades y por un representante de cada provincia y, una Defensoría del Público consumidor de los servicios.

¿Contribuye esta ley a crear puestos trabajo?

Sin dudas que sí. Un determinado porcentaje de lo que se difunda en radio y televisión debe ser de contenido nacional y, también local (es decir del lugar donde está la emisora). Con esto, se apoya el trabajo de los artistas locales y se genera trabajo no sólo para ellos, sin también para periodistas, locutores, técnicos locales.

En definitiva: La aplicación plena de la ley contribuirá a que los ciudadanos comunes tengamos mayor acceso a la información y más posibilidad de expresar nuestras ideas. Sin dudas, esto ayudará a fortalecer nuestra democracia.

Dr. Ricardo Romagnoli