Un baño de realismo. Eso tuvo que darse la bancada de Juntos por el Cambio en la mañana de este jueves, al defender el aumento del 60% sobre el valor de la Unidad de Cuenta Municipal, que se utiliza como base de cálculo para las tasas y derechos que percibe el municipio .Un incremento qu se aplicará de una sola vez, que se repetirá automáticamente cada 4 meses (de acuerdo a los indicadores de la remanida y ahora revalorizada fórmula polinómica) y que comenzará a regir desde enero de 2024, cuando ya en el quinto piso de Moreno 8 esté sentado Leonardo Viotti. El escenario que se plantea, independientemente de las posturas políticas de cada uno, obliga al realismo, incluso aunque éste llegue tarde o sea contradictorio con lo que los mismos protagonistas decían hasta ayer nomás.

Viotti asumió su parte a la hora de argumentar. Dio señales de saber que está parado en las arenas movedizas de una realidad que lo obliga a pensar con sentido práctico. Lo primero es pagar los sueldos, asegurar los servicios, cumplir con lo urgente y necesario. Nada de fantasear con obras faraónicas ni de las otras. Lo resumió hasta con un cierto matiz de dramatismo cuando advirtió: "no quiero ser el intendente que llega y tiene que cortar servicios".

Recurrió a un término que no resulta feliz cuando se habla de la continuidad institucional del Estado. Habló de "herencia" al aludir a la estructura municipal que deberá gobernar. En política, "herencia" es una palabra bastardeada, porque plantea todo lo contrario a su significado real. Sugiere que la "herencia recibida" es una carga a sobrellevar y no un activo para disfrutar. "Heredamos 1.430 empleados", sostuvo Viotti, y lo repitió en algunas oportunidades. Los empleados -de planta y contratados- que garantizan esos servicios que no desea interrumpir no se "heredan", sino que integran el activo recibido: hay que darles trabajo, una dirección clara y herramientas adecuadas. Ceferino Mondino fue más preciso y habló de "eficiencia". De eso se trata: de utilizar todo el potencial humano y material de manera eficiente para obtener la máxima productividad en un Estado local que abarca mucho y a veces aprieta poco, en el sentido de no cumplir acabadamente con los objetivos que se propone.

Lo que dijo el intendente electo

El primer dato significativo que planteó Viotti es que su promesa de recortar el gasto público político -con achique en el número del personal de gabinete- significará, a valores de hoy, "más de 160 millones de pesos en reducción directa" en el primer año de gestión. Enseguida lo relacionó con la estructura de personal: "(Tendremos) un gabinete mínimo respecto a la cantidad de empleados que vamos a estar heredando, recibiendo. Más de 1.430 empleados, con las dos formas de contratación (planta permanente y contratados). A eso hay que sumarle todos lo que están contratados como prestadores de servicio, que son muchísimos otros. Y que nosotros, salvo a éstos que prestan un servicio de manera tercerizada, no podemos tocar el resto. Por lo cual es una herencia que nosotros tenemos que cargar. Y hay que pagarle los sueldos todos los meses".

Enseguida Viotti planteó que "acá estamos hablando de poder pagar los sueldos a los empleados, no estamos hablando de obras. No estamos hablando de grandes proyectos, para los cuales sí vamos a necesitar el apoyo de los gobiernos provincial y nacional. Y en particular con el gobierno nacional, tenemos incertidumbre. No tenemos certeza. Está clara la situación, lo sabemos todos. Entonces no podemos especular con recursos que no sabemos si van a llegar o no van a llegar. Por lo cual el municipio de Rafaela debe volver a ser autosuficiente", enfatizó.

Esfuerzo de todos

También recordó que la "actualización" propuesta, el Estado correrá por detrás de la inflación. "En un día se aumentaron los alimentos un 40%. En un día. De un día para el otro. Todo el aumento acumulado se va sufriendo. Vamos a tener una gestión que tendrá que hacer frente a muchas demandas sociales. Y esto no tiene que ver con quién ganó el domingo. Porque ganara quien ganara ya sabíamos la crisis que se venía por delante y los esfuerzos que había que hacer. Por lo cual, vamos a necesitar un Estado que hoy no puede especular con recursos que vengan de otras jurisdicciones. Sobre todo de la nacional".

El actual concejal y futuro intendente electo admitió el cambio de postura de su parte -"no desconocemos todo lo que se habló sobre la fórmula polinómica a aplicar"- pero advirtió que las variables vigentes al momento de asumir como intendente lo pondrán ante un desafío que "será para el Estado local y para el contribuyente".

"Las circunstancias en las que estamos y la crisis económica y social que hemos vivido en el último tiempo nos llevan a que tengamos que tomar estas decisiones. Vamos a tener la responsabilidad de sostener los servicios municipales, muy 'dolidos' en infraestructura, principalmente. Tenemos que seguir manteniendo los servicios municipales. No quiero ser el intendente que llegue y empiece a recortar servicios municipales. Tenemos que nivelar para arriba, poner la vara cada vez más alta, tenemos que mejorar. Para eso necesitamos como mínimo asegurarnos de que los empleados van a poder cobrar sus sueldos. Y van a encontrar una gestión que va a hacer los esfuerzos necesarios, que no lo encontramos en la gestión que se está yendo", enfatizó luego.

En la parte final, Viotti se mostró comprensivo de las posiciones de todos los concejales, pero también insistió con lo que fue la parte medular de su mensaje: la necesidad de garantizar que todo siga andando. "Entiendan que tenemos la responsabilidad de que el municipio siga funcionando. De que los servicios se sigan prestando. De mejorar lo que hay que mejorar. Y de que el trabajador municipal sepa que va a cobrar su sueldo. Y no podemos hoy especular con ingresos de Nación, por ejemplo. Por las propias declaraciones que estamos escuchando de los referentes del nuevo gobierno. Recordemos, inflación anual 2023 prevista de un 185%. Está muy por arriba del acumulado y de los cálculos que querramos hacer respecto a la UCM. Tenemos un compromiso grande con la ciudad de Rafaela. Tenemos un desafío grande ante las circunstancias que tenemos, que vivimos y que se van a venir. Por lo cual, el esfuerzo lo tenemos que dar entre todos. Y mi pedido va a ser de que, más allá de las diferencias que tengamos, entendamos que la ciudad tiene que nivelar para arriba y no para abajo", cerró.