En el sector norte de Rafaela, más precisamente en Barrio Italia, la historia de Juan José resuena con un eco de nostalgia, esperanza y un profundo deseo de reunión familiar. Hace más de dos décadas que Juan José perdió contacto con su hermana, María Elena Aramburu, y hoy se encuentra en la ciudad buscando desesperadamente reencontrarse con ella.
“Estoy solo, no tengo a mi mamá ni a mi papá. Ella es mi única familia cercana,” compartió Juan José, visiblemente emocionado. Con 54 años, este hombre ha recorrido un largo camino desde Santiago del Estero hasta Rafaela, pasando por Buenos Aires y enfrentando incontables obstáculos en su travesía. Cada paso que dio estuvo marcado por el recuerdo de los momentos compartidos con María Elena y el anhelo de volver a verla.
Una travesía cargada de sacrificios
Juan José relató que su viaje comenzó con la esperanza de recuperar algo de dinero que había prestado para ayudar a una familia en necesidad. Sin embargo, pese a no lograrlo, decidió emprender igualmente su búsqueda. Armado con su herramienta de trabajo, una piedra para afilar cuchillos, se abrió paso ofreciendo sus servicios a quienes encontraba en el camino. Gracias a su habilidad y a la generosidad de extraños, logró alimentarse y avanzar.
“Con eso me gano la vida, afilo cuchillos a pulso. Me daban unos pesos y seguía, siempre pensando en llegar hasta mi hermana,” recordó. En el trayecto, Juan José enfrentó noches durmiendo a la intemperie, largas caminatas y hasta un encuentro con la policía, quienes, al conocer su historia, le ayudaron a completar parte del viaje hacia Rafaela.
El recuerdo de María Elena
La última vez que Juan José vio a su hermana fue hace más de 20 años. “Ella vivía en Rafaela. Me acuerdo de una avenida ancha, una carnicería y una despensa de campo cerca de su casa. Pero ya no logro ubicar el lugar exacto,” contó, esforzándose por reconstruir los detalles que lo conecten con su pasado.
María Elena, ahora de 56 años, es dos años mayor que Juan José. Aunque no recuerda los nombres de sus sobrinos, sabe que ella tiene hijos y espera que alguien en la comunidad rafaelina pueda reconocerla y ayudarlo a reencontrarse con ella.
Una comunidad que puede marcar la diferencia
Actualmente, Juan José está alojado temporalmente gracias a la generosidad de una familia local que, al conocer su situación, le ofreció un lugar donde descansar. Sin embargo, no quiere ser una carga y su prioridad es encontrar a María Elena. “Lo único que quiero es estar con mi hermana. La extraño mucho,” dijo con la voz quebrada.
Además, mientras espera este reencuentro, Juan José necesita ayuda con alimentos y ropa. Su situación actual es de gran vulnerabilidad, y cualquier colaboración puede marcar una diferencia significativa en su día a día.
La comunidad de Rafaela puede ser clave para que este emotivo reencuentro se haga realidad. Juan José hizo un llamado a quienes puedan tener información sobre María Elena Aramburu o su paradero. Su mensaje es simple pero lleno de esperanza: “María Elena, soy yo, tu hermano. Estoy en Rafaela buscándote. Te extraño y quiero verte.”
¿Cómo ayudar?
Si alguien reconoce a María Elena o tiene información que pueda ser útil, se invita a comunicarse con Ana, hija de la familia que aloja a José para facilitar este reencuentro tan esperado. 3492 39-2906 o acercarse a Carlos Gardel 1355 barrio Italia.
Mientras tanto, Juan José sigue esperando con fe. Cada día en Rafaela es una nueva oportunidad para encontrar a su hermana y llenar el vacío que tantos años de distancia han dejado. ¡Que la comunidad rafaelina haga eco de esta historia y ayude a reunir a dos hermanos que nunca dejaron de quererse!