Además de la tradición de armar el arbolito y de disfrutar el feriado por el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen, este viernes es el inicio de un fin de semana largo con recambio institucional. Adelantándose a cualquier medida del gobierno entrante, las petroleras -encabezadas por la estatal YPF- produjeron un brutal ajuste en las tarifas, que osciló entre el 25 y el 30% según los lugares del país.
En las estaciones de Rafaela, la nafta súper pasó de 372 pesos que había pasado a costar el 26 de noviembre -fecha del último aumento- a 462 pesos, casi lo mismo que hasta el jueves costaba el combustible premium de la marca. En tanto, la Infinia de YPF pasó de 468 a 561 pesos.
En cambio, el gasoil ultra de YPF cuesta 508 pesos y el Infinia Diesel está en 603 pesos, contra los 521 que valía hasta el jueves. Así, llenar el tanque de un auto chico o mediano, de 55 litros de capacidad, con nafta súper ya supera los 25 mil pesos. Llenarlo con premium, en cambio, se acerca a los 31 mil pesos.
No le fue en zaga Shell, que hasta el jueves tenía sus precios en 419,9 la Súper y pasó a cotizarla 482,9 pesos; mientras que la premium V-Power pasó de 502,5 pesos a 577,9 pesos. El gasoil más económico pasó de 487,8 pesos a 560,9; y el V-Power de 564,1 pesos y a 648,7 pesos. Los aumentos de Shell fueron menores en porcentaje, oscilando en el 15%.
En Buenos Aires, como siempre ocurre, la nafta es ostensiblemente más barata: 404 pesos cuesta la nafta súper; 499 pesos la nafta premium; 431 pesos el gasoil y 543 pesos el gasoil premium.
Se espera que estos aumentos impacten fuertemente en las cadenas logísticas y se trasladen a precios al consumidor, lo que constituirá un primer impacto sobre la inflación de diciembre.