Este lunes reflejábamos los conceptos vertidos por el intendente Luis Castellano y el ministro de Seguridad de la provincia Maximiliano Pullaro luego de la reunión por inseguridad llevada a cabo en la municipalidad, y de la que participaron además diferentes referentes políticos, barriales y de instituciones de la ciudad. Del encuentro se desprendieron varios datos importantes a tener en cuenta a la hora de analizar la problemática de la inseguridad. Uno de ellos relacionado con cuál se estima es el número de consumidores de estupefacientes que tiene Rafaela. De acuerdo a estadísticas nacionales éste se encuentra entre el 8 y 9 por ciento, es decir, entre 8 y 9 mil personas. Lo que habla de un mercado importante al que hay que “combatir” a través de una fuerte campaña de concientización para evitar que año a año se sumen nuevos consumidores. Ya que la droga no escapa a la lógica del mercado: mayor demanda, mayor oferta, con las consecuencias que ello conlleva. El tema de las armas en manos de delincuentes, muchos de ellos menores, es otro tópico que marcó la agenda de la reunión del lunes. En este caso, Pullaro propuso que a través de una ordenanza del Concejo Municipal, el ejecutivo local controle las armerías. Sobre todo lo relacionado con la venta de municiones. Diego Palmucci, comerciante del rubro en la ciudad, había desestimado en una entrevista con RAFAELA NOTICIAS hace unos meses que el problema sea el mercado legal. “Ningún delincuente va a ir a una armería a comprar un arma para robar”, afirmó. Dado sobre todo los requisitos que se necesitan para adquirirla, como por ejemplo demostrar un modo de vida lícito, como también aptitud física y pisicológica para poder utilizarla. De acuerdo a la mirada del especialista, las armas que circulan por Rafaela son viejas y generalmente fueron quedando en las familias desde épocas donde no era necesario registrarlas. Algo similar considera que sucede con las municiones. “Todas las municiones que se compran acá se tiran en el polígono”, expresó Palmucci. En RAFAELA NOTICIAS en varias ocasiones contamos que cuando se roba en una vivienda, entre los elementos sustraídos suele haber armas de fuego. Las cuales seguramente son utilizadas por los malvivientes para delinquir. Incluso en algunos casos, son armas 9 mm sustraídas a personal policial. Sobre este tema el Secretario de Seguridad, Ángel Ruani, manifestó en la reunión que se calcula que por cada arma registrada existe una que fue adquirida de manera ilegal. Otros datos aportados en el encuentro fueron dados por el fiscal Dr. Carlos Arietti y que ya hemos reflejado en este medio. Primero, que la tasa de homicidio en Rafaela supera ampliamente la media nacional llegando a 12 cada 100 mil habitantes según datos del 2015 (a nivel país es prácticamente la mitad). Segundo, Arietti señaló que de esos homicidios el 30 por ciento fue cometido por menores de edad, reconociendo que cuando se habla de otro tipo de delitos la incidencia de adolescentes que no llegan a los 18 años es mayor. Esto abrió el debate nuevamente de lo que debe pasar con la minoridad y qué alternativas hay a la hora de contener o sacar de su entorno a los que delinquen y que no vuelvan al barrio como si nada. “Falta infraestructura”, señaló un miembro del Consejo de Seguridad local al referirse a los pocos lugares donde puedan derivarse estos casos. Lo que fue respondido por Ruani hablando de la falta de predisposición que tienen muchas veces las autoridades políticas locales a que se instalen establecimientos carcelarios, incluso para menores. Esto derivó obviamente en la discusión que de a poco se va instalando en Rafaela: la necesidad de una cárcel. Incluso en un momento de la reunión el ministro Pullaro “apuró” al intendente para que hable del tema. A lo que Castellano respondió que la trama urbana de la ciudad es muy chica para que haya alguna penitenciaría y que la instalación debía hablarse con autoridades de los pueblos vecinos. Este tema, como todos los mencionados anteriormente, prometen seguir en debate.