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Locales

Gas natural: ¿cuándo se extenderán las redes domiciliarias?

Es la pregunta que se hacen muchos vecinos. Litoral Gas comenzó a dar factibilidades parciales, pero recién en 2023 podría pensarse en la extensión a barrios completos. ¿Por qué no se puede avanzar todavía?  

El gas natural domiciliario es un servicio que resulta sustancialmente más económico, funcional y cómodo que el gas envasado. Aún cuando la segmentación de subsidios encarada por el gobierno nacional pueda dejar fuera del régimen de subsidios estatales a muchas familias, es y continuará siendo un servicio muy demandado por la población que aún no tiene acceso al mismo. 

 

En Rafaela hay unos 17 mil hogares servidos por Litoral Gas, básicamente en los barrios que conforman el macrocentro. Durante más de una década las nuevas habilitaciones -aún dentro del área servida- para conexiones domiciliarias fueron saliendo con cuentagotas. La razón fundamental de esas restricciones es la capacidad de Litoral Gas de abastecer a los usuarios en base a la provisión que recibe. Así, dentro del área servida, donde ya existen cañerías domiciliarias, se construyeron muchos complejos multiviviendas dentro de un mismo lote, pero no todos pudieron acceder al abastecimiento de gas natural. 

Para solucionar ese cuello de botella en el abastecimiento es que se gestó, allá por mediados de la década pasada, la construcción del Gasoducto Regional Centro II, que tomando el abastecimiento de un gasoducto troncal que llega desde el Norte del país, proveerá desde Recreo y Esperanza a Rafaela y Sunchales, más localidades intermedias. 

Ese gasoducto empezó a ejecutarse en 2017, pero quedó paralizado sobre el final del gobierno nacional que encabezó Mauricio Macri -quien estuvo visitando personalmente las obras en oportunidad de una visita a Sunchales-, cuando restaba aproximadamente un 15% del total de la obra, y recién se retomó en los últimos meses. Esto lo pueden corroborar los rafaelinos a través de lo que pudo verse en las calles locales: recién en estas últimas semanas se terminó de trabajar en el barrio Villa del Parque, donde está instalada una de las estaciones reductoras. 

Los plazos

 

Con la provisión que aportará el nuevo gasoducto cuando entre en servicio -lo que ocurriría recién en los primeros meses de 2023-, Litoral Gas estaría en condiciones de suministrar gas natural a más de 23 mil hogares y a la totalidad de las industrias rafaelinas, lo que cubriría el 100% de la demanda potencial de Rafaela, no sólo para la actualidad sino en una proyección de los próximos 10 años. 

 

Frente a ese escenario, la pregunta natural que surge es por qué no se planificó todavía la ampliación de redes domiclliarias para ir ganando tiempo, considerando que en pocos meses estaria disponible la provisión del nuevo gasoducto. En la Intendencia la respuesta siempre fue la misma en los últimos años: "hasta no tener el gasoducto en servicio no podemos empezar una obra de ese tipo. ¿Qué pasa si hacemos el tendido de la red, que lo tienen que pagar los frentistas, y después no tenemos el gas por alguna razón que no esté en nuestras manos resolver?". La lógica del planteo tiene su justificación en lo que sucedió efectivamente, dado que el gasoducto estuvo paralizado durante dos años y todavía no hay certezas sobre su fecha de puesta en servicio.

Sin embargo, algo cambió. Este viernes, el intendente Luis Castellano aseguró, al ser consultado en el programa Bien Despiertos, que "Litoral Gas ha comenzado a dar algunas factibilidades para emprendimientos privados. Se hicieron dos manzanas en el barrio Pizzurno, por iniciativa de vecinos de ese sector que hicieron una prueba piloto. Y se está haciendo lo mismo en algunas manzanas del barrio Villa Los Álamos. A fines de este año o principios del que viene estaría en servicio el nuevo gasoducto y la idea es avanzar en las redes domiciliarias, pero para eso necesitamos las factibilidades que nos tiene que dar Litoral Gas, que es la empresa a cargo de la concesión del servicio". 

El otro factor que Castellano pidió "tener en cuenta" es el costo. Si bien la extensión de las redes domicliarias es una obra de costo accesible, luego cada frentista tiene que confeccionar los planos internos de la conexión, pagar el precio de la conexión y hacer las instalaciones completas del interior. Si bien hay construcciones modernas que ya tienen la instalación para gas natural, la gran mayoría de los frentistas de los barrios debería hacerlo. 

En definitiva, recién en el presupuesto del 2023 -que será elevaod al Concejo a fines de septiembre de este año- estaria contemplada la extensión de las redes domiciliarias de gas natural para los barrios que aún no están servidos, con prioridad para los del sector Oeste, que ya tienen los proyectos ejecutivos diseñados y sometidos a consideración de Litoral Gas. Hasta ahora sólo se pudo avanzar en el PAER, donde en estos días se están tendiendo las cañerías para próximas conexiones, atendiendo a la urgencia que tienen las industrias radicadas allí de contar con un combustible más barato para sus sistemas productivos. 

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