El aumento de 60%, de un golpe y a partir de enero, dio para que todos los concejales opinaran. No faltaron las chicanas, los pases de facturas, la recurrencia a los archivos, las alusiones a la motosierra del presidente electo Milei y mucho más.
Hubo consideraciones subidas de tono. Juan Senn se apropió de un vocablo ciento por ciento amarillo cuando calificó -con exageración- de "saqueo" al incremento dispuesto. Pero en el calor del debate no faltaron otras exageraciones.
Lo cierto es que el cambio de roles fue notorio. Los que ayer planteaban la "defensa de los bolsillos de la gente" ahora -sentados sobre las urgencias de un escenario económico cargado de complejidades que han llenado de interrogantes aquellos lugares en donde en campaña sólo parecía haber respuestas contundentes- apelaron a la responsabilidad para no comprometer la sustentabilidad del municipio. Y los que hasta ayer nomás sostenían la necesidad de "actualizar" los tributos locales con la fórmula polinómica para despojarla de intencionalidades políticas, ahora reclaman que sí, que es la política la que debe reinar y tener en cuenta, oh sí, el bolsillo de los vecinos.
Cada uno tiene una parte de la razón. Aquí, una pequeña contribución, en videos, para seguir lo que se dijeron en la sesión.
La nueva oposición...
El archivo, según Martín Racca
