A días de las fiestas, la organización de las familias para las compras navideñas avanza a ritmos diferentes. La mayoría empezó a comprar regalos, principalmente para los más chicos de la familia, "lo que he comprado es para los niños y bueno, es dependiendo de cada uno, podes gastar poco y podes gastar un poquito más si querés" comentaba una entrevistada, mientras que otros, prefieren esperar a seguir viendo los precios.
El plan más común para este año es el intercambio de regalos, conocido como “amigo invisible”. Con límites de gastos mínimos establecidos para moderar los presupuestos, las familias optan por dividir las compras. En ciertos casos la flexibilidad varía: en algunos grupos familiares no se establece un monto fijo, mientras que en círculos de amistades se define un tope.
Sobre los precios, las opiniones son variadas. Algunos consumidores consideran que los valores son similares a los del año pasado, mientras otros perciben un incremento, especialmente debido a la cercanía de las fechas festivas. La accesibilidad de los productos también genera debate, ya que aunque algunos artículos parecen más asequibles, otros superan las expectativas económicas de las familias. "Van cambiando, de golpe aumentan porque es la fecha, uno tiene que ver cuál es su presupuesto y dentro del presupuesto qué es lo que podes comprar" afirmó una entrevistada.
Por otra parte, la planificación de la comida también ocupa un lugar central en la organización. Platos tradicionales como el vitel toné y el arrollado forman parte de los preparativos, con muchos optando por adelantarse y almacenar productos en el freezer para evitar faltantes o subas de precio de último momento.
En un clima de reuniones, intercambios y preparativos, las familias ajustan sus estrategias para disfrutar de las fiestas.