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Barrio Belgrano: fumata de la paz para el nuevo Jardín "pospandemia", pero no será gratis

El Concejo dio despacho a un proyecto para formalizar un convenio que soluciona el conflicto suscitado por un amparo presentadopor un vecino. El Jardín de Infantes se hará en el sitio propuesto originalmente. Pero, ¿se hará algún día?
Agrandar imagen La construcción se hará en el predio previsto originalmente.
La construcción se hará en el predio previsto originalmente.

En la reunión de comisiones de este lunes, el Concejo Municipal dio dictamen para que el próximo jueves, en la primera sesión ordinaria de junio, se convalide un decreto del Ejecutivo Municipal que permitirá destrabar el conflicto que desde 2021 mantiene paralizado el proyecto de construir un Jardín de Infantes con características "pospandemia" en un predio ubicado en la intersección de Las Colonias y Montes de Oca, frente a la escuela Languier. Luego de un recurso de amparo presentado por un vecino contra la ubicación prevista para una de las lagunas de retardo que contemplaba la urbanización de un desarrollador privado para una amplia superficie -que abarca varias hectáreas de un gran "hueco urbano" ubicado entre Montes de Oca y la ruta 70, y entre Garrappa y Las Colonias-, el proceso de licitación que se había abierto para la construcción del Jardín -que sería el primero de 7 a ejecutar en distintas localidades de la provincia- se vio envuelto en una polémica que finalmente parece haber llegado a su fin, no sin costos, como se desprende de la información surgida.

La reunión de comisiones del Concejo, este lunes.
La reunión de comisiones del Concejo, este lunes.
La historia

La licitación para ejecutar el edificio del Jardín de Infantes se había abierto el 7 de septiembre de 2021, en plena pandemia. De hecho, fue una de las primeras licitaciones de obras para la región que abrió el gobierno provincial durante la emergencia sanitaria. El presupuesto, en ese momento, era de 109 millones de pesos y fracción y se presentaron dos empresas interesadas.

Sin embargo, pronto se supo que había un impedimento clave: el terreno que la Municipalidad había recibido en donación en el año 2019 -por parte de los urbanizadores privados- para transferir a la provincia con destino al nuevo Jardín no podía ser escriturado. Sin escritura, la provincia no tenía propiedad del predio y consecuentemente, no podía construir nada allí. La razón de ese impedimento era la existencia de un conflicto judicial.

Además de algunos problemas relacionados con un proceso sucesorio pendiente, se conoció la existencia de un amparo judicial presentado por el Dr. Rafael Barreiro, quien logró una medida cautelar de no innovar que tuvo por objeto impedir la ejecución de toda obra sobre el inmueble, que altere el statu-quo existente al momento de la interposición de la demanda. El reclamo obedecía a que el Dr. Barreiro consideraba lesivos para sus intereses la ubicación de un reservorio (lagunas de retardo, como se las conoce popularmente) en la parte sureste de las hectáreas a urbanizar.

Más allá de las demoras de la Justicia -la causa original recayó en la entonces jueza Civil y Comercial Dra. María José Álvarez Tremea, que a principios del año pasado fue ascendida a la Cámara de Apelaciones del mismo fuero-, surgieron dentro del barrio varias opiniones cruzadas sobre el lugar donde se erigiría finalmente el Jardín de Infantes.

El edificio tendrá características
El edificio tendrá características "pospandemia".
La solución

Finalmente, lo que se acordó en el Concejo en la jornada de este lunes es darle curso a un de ordenanza del Ejecutivo para "refrendar" los términos de un decreto de fecha 11 de mayo, que lleva el número 54.909, y que no aparece en el Boletín Oficial, aunque sí están publicados otros anteriores y posteriores al mismo. El decreto hace referencia a los convenios firmados por el Dr. Barreiro, el urbanizador privado Daniel Ferrero y la Municipalidad de Rafaela. El artículo 2° consigna una autorización al Ejecutivo para llevar adelante, a su cargo, las "obras, tareas y trabajos necesarios para dar efectivo cumplimiento a los compromisos asumidos en los acuerdos suscriptos".

El convenio mencionado entre las partes fue firmado a principios de marzo y acuerda una serie de modificaciones para el denominado Nuevo Loteo Belgrano. Concretamente, se trata de modificar el diseño y superficie del "reservorio" o laguna de retardo prevista, "preservando su existencia y localización, en aras de la adecuada protección de los intereses colectivos vinculados a los aspectos ambientales y urbanísticos del loteo mencionado".

En los considerados del proyecto de ordenanza se agrega que "la suscripción de los acuerdos mencionados conlleva la íntegra composición de los intereses y pretensiones que motivaran la iniciación de un proceso judicial de amparo por parte del Sr. Barreiro contra la Municipalidad de Rafaela, comprometiéndose aquel a desistir de la acción deducida", y que "la terminación del proceso citado por vía del desistimiento, implica una pacificación del conflicto suscitado entre el actor y el urbanizador, sin afectación a los intereses colectivos vinculados a la correcta ejecución de las obras del loteo".

Los costos

Además de los compromisos que asumirá la Municipalidad en virtud de los convenois firmados, cuyo detalles serán tratados en la sesión del jueves, vale mencionar que las demoras que generaron estas idas y vueltas no resueltas oportunamente vuelven a poner en tela de juicio el desempeño del área de Desarrollo Urbano del municipio. En ese contexto, la pregunta del millón es qué fue lo que ocurrió para que en un área municipal donde existe muy vasta experiencia -en cuanto a la donación de fracciones de terrenos y su transferencia a otras jurisdicciones para la realización de obras públicas de relevancia para la ciudad- se escapara una "tortuga" de tal tamaño, considerando que llegó a realizarse un acto de licitación pública provincial -del que participaron empresas que destinaron recursos para ello- sin que estuvieran debidamente acreditadas las tramitaciones correspondientes a la posesión efectiva del terreno donde se construiría el Jardín.

Además del inevitable desgaste político que conllevó el tema, existe otro costo aún imposible de medir. La licitación original, efectuada en septiembre de 2021, era por 109 millones de pesos. Hoy, para el mismo proyecto, cualquier presupuesto estará multiplcado por cuatro por lo menos, con un agravante: la incertidumbre económica, que de hecho determinó un fuerte freno a las obras públicas provinciales-, que se sumará a la política. Todo indica que la decisión política de llevar adelante la obra correrá por cuenta del futuro gobierno santafesino. Y nadie puede garantizar que finalmente el Jardín de Infantes se construya alguna vez dentro de los próximos cinco años.

 

Concejo Municipal de Rafaela urbanización Barrio Belgrano Jardín de Infantes

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