Este lunes 31 de julio, la historia de Rafaela cerró un capítulo, con los últimos sándwiches del “Cachorro”. Es que, 94 años después de su inauguración, Autoservicio Rocca cerró sus puertas.
La noticia se había viralizado días atrás, con un video que Carlos Roba, el icónico “almacenero” del comercio ubicado en Hipólito Yrigoyen y Necochea, publicó en redes sociales.
“Queridos clientes, proveedores, queridos cachorros (…). Por este medio, quiero darles una noticia que me da mucha nostalgia, sin lugar a dudas, pero que algún día tendría que llegar. El lunes 31 de julio cerraremos las puertas de este negocio definitivamente” había transmitido.
Inaugurado hacia fines de la década del 20, un puñado de años después de que Rafaela fuera declarada ciudad, Autoservicio Rocca supo ser testigo de gran parte de la historia de la “Perla del Oeste”.
De ese casi centenario recibiendo a los clientes que llegaban a la icónica esquina, 54 años corresponden a "Carlitos" Roba, quien supo ganarse el afecto y el reconocimiento de todas las personas que supieron ir “A lo de Roca”.
En su último día en el mostrador, Rafaela Noticias quiso registrar los últimos sándwiches que preparaba, entre abrazos, lágrimas y muestras de afecto.
“Yo digo que estoy poniendo el corazón a prueba” comenzó contando Carlos a la consulta de éste portal sobre cómo lo recibía a éste día, donde las demostraciones de cariño marcaron la jornada.
“Sinceramente me estoy dando cuenta que estoy recibiendo mucho más de lo que dimos” dijo Carlos, mientras la máquina de cortar fiambres se prendía por última vez para cortar unas fetas de paleta para preparar su clásico pebete.
Si bien nació en Bauer y Sigel en 1958, llegó a Rafaela a los 15 años de edad, para trabajar en el entonces almacén de los hermanos Rocca, cuando toda la mercadería estaba a la vista en grandes cajas y los clientes compraban por peso.
“Ahora empieza una etapa nueva de la vida. Hace de los 15 años que vengo haciendo esto y me gusta mucho. Soy muy activo, pero también vamos a tener que ir apaciguándonos para poder disfrutar de otras cosas” comentó con la sonrisa con la que durante 54 años recibió a todos los que llegaban.
“junio 1929, julio 2023. Fin de estos 94 años de una linda y larga historia. Infinitamente gracias” rezaba el pizzarón que estaba en la vereda, y que supo ser testigo de todo lo que vivió ese lugar.
“Acá se termina una historia de familia Rocca, que son los iniciadores: abuelos, hijos, y nietos. El último falleció el 24 de agosto y ya nadie sigue este legado. Entonces esa es la decisión por la cual se cierra este comercio” comentó emocionado Carlos.
“Ha sido gente que ha dejado un legado muy grande. Donde con el trabajo y con el esfuerzo, todo es posible” cerró.
Con el caer de la tarde, se apaga la cortadora de fiambre, se apagan las luces y cierran la puerta. Rutinas que se hicieron incontables veces durante estos años. Pero mañana, 1 de agosto, sólo serán recuerdos. Y aunque para muchos haya pasado desapercibido, Rafaela no volverá a ser la misma. Le va a faltar algo, le van a faltar los sándwiches del “cachorro”.