El líder del comité organizador del referendo en Crimea, Mikhail Malyshev, con la mitad de los votos escrutados, más del 95% de los votantes apoyaron la independencia de Ucrania y el ingreso al Estado ruso.
El anuncio de los resultados no hizo más que alimentar las celebraciones callejeras, con miles de manifestantes prorrusos que salieron a festejar en la capital de la península, Simferopol, y de la segunda ciudad más importante y sede de la Flota rusa del Mar Negro, Sebastopol.
Según el comité organizador, el nivel de participación superó el 82% del padrón, una cifra mucho mayor al 70% que el gobierno crimeo aspiraba a conseguir.
Mientras Moscú sigue sosteniendo que no son sus tropas las que ocupan la península, sino "autodefensas" locales que se levantaron en contra del nuevo gobierno proeuropeo en Kiev, el gobierno ucraniano y la comunidad internacional denuncian que son soldados rusos.
Ante la contundencia de los resultados de la consulta popular, el primer ministro crimeo, Serguei Axionov, anunció, exultante, que el lunes viajará a Moscú una delegación parlamentaria para iniciar el proceso de "anexión".
En tanto, el Parlamento crimeo refrendará el resultado del referendo y, mientras Rusia decide sobre la anexión de Crimea, la península tendrá un status de república autodeclarada independiente, como el territorio de Nagorno Karabaj, un enclave armenio en Azerbaiján que se declaró independiente en 1991 tras una guerra, pero no fue reconocido por ningún Estado.
Según explicó el premier crimeo, los ciudadanos de la península podrán solicitar el pasaporte y permiso de manejar rusos, se incorporará el rublo como moneda y el huso horario vigente en la potencia vecina.
Pese a la escalada de violencia que vivió la península en los días previos a la consulta y que dejó tres muertos, el referendo se realizó en un clima de relativa tranquilidad.
La Armada ucraniana había denunciado durante la mañana que fuerzas rusas habían colocado minas alrededor de sus bases, sin embargo, horas después el ministro ucraniano de Defensa, Igor Teniuj, anunció una tregua con las tropas que ocupan la península hasta el próximo viernes.
Rechazo de Estados Unidos
Estados Unidos se mantuvo firme en su rechazo al "ilegal" referendo en la república autónoma ucraniana de Crimea, y afirmó que se celebró "bajo la amenaza de la violencia y la intimidación" de Rusia.
"No se pueden tomar decisiones sobre el futuro de Ucrania sin el Gobierno ucraniano", advirtió la Casa Blanca en un comunicado suscrito por el portavoz del presidente Barack Obama, Jay Carney.
En tanto, el gobierno norteamericano enfatizó que el referendo "no era necesario", puesto que el Gobierno interino de Ucrania expresó su "voluntad de discutir el aumento de la autonomía de Crimea".
Por su parte, el mandatario ruso Vladímir Putin volvió a subrayar, en una conversación con la canciller alemana Angela Merkel, que el pueblo de Crimea hace uso de su derecho a la libre determinación consagrado en la carta de la ONU y aseguró que Moscú respetará la voluntad de los crimeos.