Ante una nota publicada en medios locales donde se nos agravia como Institución y como personas, creímos necesario realizar el correspondiente descargo sin ánimo de transformarlo en una discusión mediática. Nuestra institución lleva 47 años de labor ininterrumpida, voluntaria y solidaria. El porqué de nuestro espacio se remonta al año 2012. Ya estábamos trabajando dentro del Hospital con visitas y asistencia a los enfermos en un espacio que nos prestaba la Escuela de Enfermería cuando la dirección nos plantea la posibilidad de crear una residencia materna, basada en un proyecto de Unicef para alojar a las madres que tenían a sus bebés internados en la sala de Neonatología y por lo tanto también nuestra “casa” propia. Esa Residencia debía estar atendida y manejada por una ONG o Voluntariado. En el año 2013 nos ceden un módulo donde se encontraban las oficinas de compra con un grado de deterioro muy importante y tras arduos trabajos dónde no sólo el Voluntariado estuvo involucrado sino la comunidad de Rafaela, la Municipalidad y hasta la Provincia, llegamos a la inauguración en Septiembre del año 2014. Desde ese momento y hasta el día de hoy, se recibieron en promedio entre 80 y 100 madres por año.
Nuestro compromiso se basa en el funcionamiento de la Residencia como también de un ropero, desde donde asistimos tanto a pacientes internados con necesidades como a los once centros de salud de la ciudad. También estamos cubriendo permanentemente necesidades que van surgiendo dentro del Nosocomio. El SUM es nuestro lugar de trabajo y de reuniones. Nuestra presencia es diaria.
Al transformarse el Hospital en monovalente por COVID19 deja de funcionar la Neo por lo tanto la Residencia y nuestras actividades. En el mes de mayo, el entonces administrador del SamCo. nos solicita las instalaciones para guardar insumos, que devuelve en el mes de septiembre.
Ese mismo mes nos piden el lugar para alojar, como dicen momentáneamente, a médicas del Servicio de Tocoginecologìa. Eso fue EMPATIA. Nos pusimos en ese lugar y comprendimos la situación.
Dado que el Hospital comenzó a funcionar nuevamente como polivalente y el servicio de Neonatologìa también es que comenzamos a solicitar la restitución de las instalaciones. La Residencia Materna necesita nuestra atención, los pacientes internados de nuestra ayuda y todo lo que tenemos està allì adentro. No podemos trasladarlo a otra parte. Siempre contamos con el apoyo de la dirección pero nunca logramos del personal respuesta favorable. De todas las propuestas que les hizo el Hospital ninguna les gustó. Era solo quedarse ahí. Nos preguntamos de quien es el capricho? Tampoco logramos compartir espacio. Quisimos consensuar horarios para poder entrar y no nos dejaron. Nunca hubo maltrato. Nunca pudimos dialogar.Tenemos que agradecer la gestión de la administración del SamCo. que nos escuchò y puso a disposición un tráiler que tiene todo lo necesario para que ese personal pueda estar con las comodidades que se merecen. No solo somos un grupo de Señoras que hacemos reuniones y manualidades. Somos un grupo de Señoras que hacemos de nexo entre la comunidad que confía en nuestra labor y nos hace aportes desinteresados para que los destinemos a los màs necesitados y de la Comisiòn Asesora Municipal de Entidades de Bien Pùblico que aporta todos los meses para que cumplamos con nuestros Objetivos. Todos los trabajadores del Hospital, como dicen en la nota, desde servicio de limpieza, camilleros, enfermeros, médicos, administrativos, directivos, personal del lavadero, mantenimiento, etc. saben de nuestra labor y compromiso. Siempre estamos al “pie del cañòn” cuando de resolver algo se trata. Siempre por supuesto dentro de nuestras posibilidades. Tambièn pueden dar fe de nuestro trabajo los once centros de Salud que se encuentran en los distintos barrios. Eso también es empatìa. Que nos dejó la pandemia? Mucho. Que también nos adaptamos, que trabajamos a destajo desde nuestras casas en permanente comunicación con el Nosocomio, que a pesar de ser la mayoría señoras mayores nunca nos rendimos, que ante cada pedido se activavan los teléfonos para conseguir lo que sea lo màs rápido posible, porque involucramos a familiares y amigos, porque todo era por COVID. Nos sentimos orgullosas de ser parte del Hospital, de estar comunicadas con todos los héroes silenciosos que trabajan para que la gente de la ciudad y la zona comenten que fueron atendidos de maravillas. Orgullosas de pertenecer. Creemos que es hora de volver a la normalidad. Creemos que 47 años de trayectoria avalan nuestra postura. Siempre fieles a nuestro lema “Uniendo voluntades generosas, nos proyectamos a la comunidad más necesitada”. Merecemos respeto. Atte. Asociaciòn del Voluntariado del Hospital “Dr.Jaime Ferrè” de la ciudad de Rafaela.