Este martes 13 de julio, como todos los años, se conmemora el Día del Trabajador de la Energía Eléctrica. La fecha recuerda la creación de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (Fatlyf), ocurrida en 1948. 

En el marco de esta fecha tan sentida para el sector, Rafaela Noticias entrevistó a Sebastián Beccaría, Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Rafaela. 

Durante la entrevista, el dirigente puso de relieve el enorme compromiso y “vocación de servicio” que los trabajadores eléctricos muestran día a día. Incluso durante los momentos más álgidos de la Pandemia, se trabajó incansablemente para llevar el servicio “de la mejor manera”. 

Durante la charla, Beccaría sostuvo que éste 13 de julio los encuentra “de una manera extraña” habida cuenta de la Pandemia que afecta al mundo desde marzo del año pasado. 

En éste sentido manifestó “Dentro de la pandemia, el trabajo se tuvo que adaptar desde el 16 de marzo tanto equipos de trabajos desde capacitar al personal hasta cumplir con el servicio y poder llevarlo delante de la mejor manera”. 

Y agregó que, “Si bien no escapamos a la realidad de tener algunos contagiados y algunos compañeros fallecidos” el trabajo pudo cumplirse.

“Pudimos lograrlo, fue un trabajo en conjunto entre la empresa y el sindicato, creo que por lo menos tenemos en claro que el servicio no se vio tan afectado” sostuvo.

Para el sindicalista, los que se destacó en ésta época fue “la voluntad de servicio” de los trabajadores. 

En este sentido, el dirigente también aseveró que debieron trabajar con planteles reducidos y que, si bien esta situación había comenzado a solucionarse, la llegada de la pandemia ralentizó la incorporación de más personal. 

“La actualidad del trabajador es que esta recuperando el aporte económico salarial después de un año raro que tuvimos por la pandemia” dijo el referente gremial al ser consultado por el tema salarial. 

Con respecto a la discusión paritaria, Beccaría informó que los sueldos se resolverán en septiembre, y habló de una pérdida adquisitiva de “uno o dos puntos”, sobre todo en los últimos cuatro años y que ha representado un “golpe duro”.