Durante el acto oficial llevado a cabo esta mañana en conmemoración al día del trabajador, la CGT Rafaela manifestó su descontento con el gobierno nacional, principalmente en relación a medidas económicas y laborales.

Roberto Oesquer, Secretario General de la CGT Rafaela se dirigió a los presentes, y expresó:

"El modelo Noeliberal plantea que el mercado va a arreglar todo, que si se cierra una fábrica va a abrir otra, que si un trabajador tiene 50 años va a conseguir trabajo fácilmente en otro lugar y eso no va a ocurrir. Hay que trabajar intensamente en estas medidas, y ver la realidad de todos los sectores, nosotros vemos con preocupación la inacción del Ministerio de Trabajo, hay paritarias que se han convocado hace 60 días y no han llamado a una reunión.

Creo que el deber del Ministerio es velar por la mediación y si todo va a mejorar que le expliquen al sector empresario que las soluciones van a llegar y que se puedan acordar paritarias, porque no podemos tener trabajadores con sueldos del año pasado, con semejante incremento de tarifas, luz agua, teléfono.

 Una de las promesas del gobierno fue eliminar el impuesto a las ganancias y no sólo no se eliminó, sino que ahora pagan más trabajadores que antes. Y en ese marco todo se dificulta, esa es la realidad que tenemos. Nosotros vemos con preocupación la realidad de los jubilados, todas las consultoras privadas expresan que el mínimo para no ser indigentes en este país es $6000 y los jubilados ganan $5000.  

Creo que la manifestación de los trabajadores del día viernes sirve para que el gobierno escuche, que entienda que la situación del trabajador no es la mejor, por eso hay que ayudar más que nunca a las centrales obreras", sentenció Roberto Oesquer, Secretario General de la CGT Rafaela.

Además en el acto los trabajadores, de manifestarse en contra del Gobierno Nacional con leyendas y pancartas, repartieron folletos con la siguiente inscripción:

DÍA DEL TRABAJADOR “NADA QUE FESTEJAR” 

- Recortaron en un 50% el poder adquisitivo del salario de los trabajadores, como resultado de una brutal devaluación y liberalización de la economía. Como era previsible, esto contrajo drásticamente el consumo, y desde ya, los trabajadores y las Pymes que dependen del mercado interno se vieron inmediatamente perjudicados.

- No se vislumbra hasta el momento que el Gobierno pueda tener un plan para intentar –al menos- contener la feroz aceleración del ritmo inflacionario.

- Cargaron todo el peso del ajuste sobre las espaldas de los trabajadores, con la brutal transferencia de recursos desde los sectores populares hacia los sectores más concentrados de la economía.

- Aumentaron indiscriminadamente las tarifas de todos los servicios, hasta en un 400%. Lo cual repercute negativamente tanto en los hogares y en la economía familiar, como en las pequeñas y medianas empresas, poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo, y la continuidad misma de los emprendimientos productivos.

- La apertura indiscriminada de las importaciones golpeó fuertemente a las pequeñas empresas en sectores que, como el textil, en los últimos años habían logrado convertirse en proveedores de las grandes cadenas que operan en el país, para verse ahora relegados por la competencia de una producción mundial con la que resulta imposible competir, generando la rápida pérdida de puestos de trabajo.

- En el primer trimestre del año empujaron a la pobreza a 1,4 millones de argentinos (y a otros 350 mil a la indigencia), que ahora tendrán que afrontar esa penosa condición, con un panorama poco alentador, sin que se pueda si quiera vislumbrar indicios de políticas sociales por parte del gobierno nacional, tendientes a asistir a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Así se multiplican los comedores comunitarios y las copas de leche, donde ya no sólo asisten los niños sino familias completas.

- En este marco recesivo, el gobierno apuesta a que los trabajadores tengamos un menor poder de negociación para reclamar aumentos salariales, llegando incluso a presionar públicamente a la dirigencia sindical con un discurso claramente extorsivo: “salarios o empleos”.

- No sólo que no se cumplió con la promesa de campaña de eliminar el impuesto a las ganancias para los trabajadores, sino que -muy por el contrario- las reformas que se le hicieron al régimen terminaron alcanzando a muchos más trabajadores.

- Desde distintos organismos del Estado se dio inicio la persecución ideológica de los/las trabajadores/as por su filiación política, sindical e ideológica, afectando derechos fundamentales de los mismos.

- Se le puso punto final a la moratoria previsional para los/las compañeros/as que trabajaron durante muchos años en condiciones informales, y hoy ya no se podrán jubilar. De esta manera se les niega la posibilidad a miles de hombres y mujeres a tener una vejez digna, cobrando una jubilación que corresponde por tantos años de trabajo no reconocido.

- Desde el Gobierno, y con el aval del Congreso (incluidos algunos de los diputados y senadores de la oposición -entre ellos el de nuestro Senador Nacional por Santa Fe, Omar Perotti-) dieron apertura de un nuevo ciclo de endeudamiento externo, que recaerá sobre las espaldas de las generaciones futuras. Otra vez vamos a pagar deuda con el hambre de nuestro pueblo.

- Frente al brutal impacto de las políticas económicas implementadas por el Gobierno, se intenta aplicar un “protocolo de seguridad”, con el que se pretenden limitar el legítimo derecho de manifestación y protesta de los trabajadores, y fundamentalmente disciplinar a las organizaciones sindicales.