En la tarde de este lunes, el sindicalismo local colocó una ofrenda floral en el mítico busto de Evita que se encuentra en el sindicato de la carne de Rafaela.
Con el sencillo acto, los presentes conmemoraron el 69 aniversario de la desaparición física de la histórica líder del movimiento peronista.
“Soy Peronista por conciencia Nacional por procedencia popular, por convicción personal y por apasionada solidaridad y gratitud a mi Pueblo” EVA DUARTE DE PERON
Eva Duarte nació en Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, un 7 de mayo de 1919. Hija de Juan Duarte, un estanciero y político conservador de Chivilcoy, y Juana Ibarguren, hija de un carrero y una puestera criolla.
En 1935, migró hacia Buenos Aires. A poco de llegar, empezó a trabajar como actriz en una de las principales compañías teatrales de la época. No obstante, la vida en la ciudad no fue nada simple y tuvo que vivir en pensiones y atravesar necesidades de todo tipo.
En 1943, fue contratada para realizar un programa de radioteatro, fue para esa época que su situación económica comenzó a estabilizarse y pudo finalmente comprarse un departamento. Durante ese año, junto a otros trabajadores radiales fundó la Asociación Radial Argentina, el primer sindicato de trabajadores del rubro del cual también fue presidenta.
A comienzos de 1944 conoce a Juan D. Perón, con quien se casó en 1945. Luego de su encarcelamiento en la Isla Martín García, Eva puso en marcha una campaña de agitación social que convergió en los hechos del 17 de Octubre. A pesar de su popularidad, Eva no aceptó ningún cargo en el gobierno de Perón y prefirió dedicarse a desarrollar la actividad social desde la fundación que llevaba su nombre. Fue a partir del vínculo que Eva generó con los más necesitados, que estos sectores afectuosamente comenzaron a llamarla Evita.
En 1949, funda el Partido Peronista Femenino, desde donde promueve una mayor integración de la mujer en el mercado laboral. En 1951, la CGT la postuló como candidata a vicepresidenta. Sin embargo, la oposición de las Fuerzas Armadas y su delicado estado de salud hicieron que ella misma declinara la postulación.
Finalmente, el 26 de julio de 1952, Evita fallece a los 33 años. Tres años después, Perón es derrocado, y el gobierno de facto para evitar el peregrinaje popular a su tumba, secuestró y trasladó el cadáver de Eva Perón a Italia y más tarde a España. En 1975 sus restos fueron repatriados y hoy descansan en el Cementerio de Recoleta.