Lucas Combina, director de la película, estuvo en diálogo con Rafaela Noticias sobre lo que fue el desarrollo del film de un crimen que involucró, como locación principal, a la ciudad de Rosario.
En diciembre de 1980, en la ciudad de Rosario ocurrió la desaparición y asesinato de una reconocida persona de ese lugar. El caso trascendió porque se trató de un crimen que sucedió en dictadura, pero los militares no tuvieron relación.
“La historia es basada en un hecho real, el guión basado en la novela de Reynaldo Sietecase. La película tuvo un trabajo de preproducción y el rodaje se filmó todo en Rosario”, afirmó Combina. “Tuvimos que ambientar toda la ciudad a la época del 80 donde transcurre toda la historia, a diciembre para ser más exactos, y con todo lo que implica la puesta en escena; interviniendo locaciones, calles, edificios, bares, etc.”.
El directo destacó que Rosario posee una buena conservación patrimonial y arquitectónica, “eso nos facilitó la filmación, pero obviamente la película tenia la intensión de realizarse íntegramente en Rosario por una cuestión de que el hecho ocurrió ahí”, prosiguió.
Sobre la película
En diciembre de 1980, llega al juzgado, una denuncia por desaparición de persona. El juez Suarez pone a cargo de la investigación a dos jóvenes secretarios, interpretados por Nicolás Francella y Matías Mayer, pero se encuentran en un contexto difícil de la Argentina ya que transitaba la dictadura, entonces, hay una policía militar, subordinada por un poder represor, que intenta meterse también en la justicia y ellos tienen que enfrentar a esas formas del momento para llegar a la verdad y, descubrir, el caso.
“Lo particular tal vez se daba en una Argentina que estaba gobernada por los militares y esto complicaba las circunstancias que, si el caso se hubiera desarrollado en democracia, tal vez se resolvía de otra forma. Entonces, el contexto es muy importante porque modifica de alguna manera el relato”, expresó el director.
El hecho real que se hizo presente
“Cuando estaba en la preproducción, me llegó el expediente real de lo que fue el caso, era un libro grande, todo el expediente del juicio con todas las descripciones de lo que había sido, incluía fotos y no habíamos empezado a filmar aún. Cuando arranqué, no paré de leerlo, era impactante porque te acercaba al caso real, con personas reales, se volvió real y tomó otra dimensión”.
“Lo extraño fue cuando estaba leyendo el expediente, la fecha escrita era el mismo día que estaba leyendo yo”, finalizó.
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