Los jóvenes también han tenido su participación en este Festival, el Laboratorio de Creación Escénica para la juventud se presentó con “Quería Llorar” en el auditorio del Instituto Superior del Profesorado, una pieza teatral que se notó desde el principio el amor con el que se hizo.

“¿Acaso es el arte el que nos propone el viaje para ir desandando caminos, para desnudar máscaras, para probar destinos? Queríamos y queremos muchas cosas, aquí el deseo es motor”, Valeria Díaz, extraído del programa de la obra.

Nuestra juventud nos mostró, mediante el arte, lo que ellos y ellas ven de Rafaela, qué es lo que sienten, cómo viven en esta sociedad. Desde la incomodidad hasta la felicidad, han recorrido diferentes aristas que, si sos de Rafaela, es imposible no sentirse identificado. 

Algo que, como espectadores hemos notado, el tecnicismo empleado no fue el adecuado. Nos hubiese gustado ver el desarrollo de la obra de otra manera, la espalda al público nos generó incomodidad. A menos que, si el objetivo era causarla, misión cumplida. 

De todas maneras, no podemos no felicitar a estos jóvenes que han tomado la posta, que se han animado a salir en escena y, como si no fuera menor, han dado inicio a este Festival. El arte no tiene edad de inicio y ha quedado demostrado, estando a la altura de lo que siempre ocasiona el encuentro del teatro en Rafaela: pasión por la actuación.