El Ministerio de Educación de Santa Fe se prepara para la implementación de la Secundaria de Avance Continuo a partir del 2023, donde los alumnos ya no repetirán de año al llevarse más de dos materias, como ocurre en la actualidad, sino que se generarán en las escuelas "dispositivos" de acompañamiento para que el estudiante supere las dificultades en las materias no aprobadas mientras sigue avanzando de año. Ahora bien, ¿cuáles fueron los números que llevaron a las autoridades educativas a tomar esta decisión, que trajo algunos cuestionamientos, pero una férrea defensa del gobierno? Tienen que ver con indicadores de repitencia, abandono y sobreedad a los que pudo acceder RAFAELA NOTICIAS y que están afectando a miles de estudiantes.
La matrícula total de alumnos que cursaron nivel secundario en la provincia de Santa Fe en el 2021 fue de 258.949 estudiantes, de los cuales 206.814 lograron promocionar (pasar de año o graduarse) a término, sin llevarse materias, representando esto el 80 por ciento. Es decir que el 20 por ciento restante presentó algún tipo de dificultad. Por ejemplo, un 9 por ciento repitió el año, tratándose de 23.406 alumnos. Esos repitentes fueron muchos más años anteriores: 33.529 en el 2019, 34.271 en el 2018 y 33.997 en el 2017, por tomar los últimos años. La excepción fue el 2020 dado que por la falta de presencialidad en las escuelas no estaba vigente la opción de repitencia como otros años. Aún así hubo 385 repitentes en ese ciclo lectivo en el nivel secundario. Al ser consultadas fuentes del Ministerio de Educación sobre este tema, indicaron que se trató de alumnos que pidieron el pase a otras provincias donde sí se aplicó la repitencia, o bien repitieron por pedidos especiales de la familia, o porque fueron alumnos que no asistieron durante todo el año a la escuela por lo que se pactó con ellos su repitencia. Tratándose en todos los casos de situaciones excepcionales, de ahí que el número de repitentes durante el 2020 resultó casi insignificante si se toma en cuenta el total de la matrícula que fue de 246.794 estudiantes.
Siguiendo con el análisis de los que tuvieron problemas para promocionar en tiempo y forma el año pasado en el secundario, se suma al 9 por ciento que repitió, el 5 por ciento que directamente abandonó la escuela. Se trata de 12.296 alumnos, siendo el nùmero más bajo de los últimos años: en 2017 abandonaron 18.013 estudiantes; en 2018,16.755; en 2019, 16.237. A excepción del 2020, donde al no haber presencialidad la cifra fue mucho menor: 3.489.
Finalmente, al 9 por ciento que repite y al 5 por ciento que abandona, se le debe sumar el 6 por ciento que logra pasar de año pero rindiendo materias, pudiendo dejar no más de dos previas. Se trata de 16.373 estudiantes que tuvieron que pasar por mesas de exámenes. Este número es superior al de años anteriores, dado que en el 2020 fueron 12.734 alumnos los que tuvieron que rendir; en el 2019, 10.166; en 2018, 9.662 y en 2017, 8.711. Esto es lógico dado que en esos años bajaron los alumnos que se llevaron materias pero subieron los repitentes como se vio anteriormente.
Otro dato para prestarle atención es el de 66.969 estudiantes del secundario que poseen sobreedad, es decir, que no se encuentran cursando el año que deberían, sino alguno inferior. Ya sea porque repitieron en algún momento de la trayectoria escolar o porque abandonaron los estudios y luego retomaron. Este número representa el 25% del total de la matrícula, por lo que implica que 1 de cada 4 estudiantes se encuentra en esta condición. Pero el dato más preocupante aun es cuántos alumnos que empiezan el secundario logran terminarlo en los 5 o 6 años que corresponden, según la modalidad de la escuela. Siendo esto sólo el 42 por ciento, es decir, 4 de cada 10 alumnos. En el 2019 ese indicador era peor, estaba en 3 de cada 10 alumnos (32%).
Desde el Ministerio de Educación insisten en que en los últimos dos años se logró mejorar la matrícula del secundario un 6 % producto de la búsqueda de aquellos alumnos que habían dejado al escuela. También se pudo aumentar la promoción de estudiantes (5%) y se bajó la repitencia (-4,7%), el abandono (-1,9) y la sobreedad (-5%); pero aún así los números siguen marcando una realidad compleja y con desafíos enormes para cambiar indicadores que hoy distan mucho de ser los ideales.