Como Educadora de tantos años puedo decir que la Educación es un cofre lleno de cosas y la magia que cada una de esas cosas tiene, depende del docente que las saca. Por ejemplo en el Nivel Inicial, saco un libro de duendes, lo leo y el chico pudo ni enterarse, o escucharlo con gusto y al segundo estar en otra cosa o seguir con ese tema días y días, pero si el docente viene con algo que lo caracteriza como duende y logra que los niños se interesen en lo que muestra , es pues ahí donde surge la posibilidad de llevar a los alumnos por un vuelo fantástico que transforme cada objeto en lo que él invente, imagine o sueñe. El soñar, llevar la mente por el mundo del nunca jamás o por parajes que mezclan realidad y fantasía no evita que el niño aprenda, por el contrario, habilita nuevos espacios que nos regalan la posibilidad de crear y lograr que el niño aprenda más y mejor.

En la escuela primaria se piensa que hay que cumplir con un programa y cuesta romper estructuras rígidas, aunque sé que hay maestras que crean nuevos espacios, nuevos modos, nuevas motivaciones , pero se deben lograr cambios genuinos desde la conformación de equipos que consensuen estrategias, que movilicen a los niños, que hoy por hoy son muy diferentes, tienen otros intereses, otros objetivos , si hacemos una mirada retrospectiva. Cualquier contenido se puede enseñar de manera innovadora y no pierde su valor académico.

Si hablamos de la escuela secundaria que no decir…son tantos los alumnos, que se despersonalizó la Educación, muchos profesores no conocen a sus alumnos o como corren de una escuela a otra no alcanzan a detenerse en lo que le pasa a sus alumnos…y pregunto…se enteran cuando un alumno cambia de comportamiento, de manera de relacionarse o cuando un joven se siente perdido en el mundo, como si fuera una luciérnaga que perdió su luz y por más que busque no la puede encontrar? Muchos jóvenes que hoy deciden atentar contra su vida, no es responsabilidad ni de sus docentes ni de sus familias, pero si tuviéramos el tiempo de observar que pasa a nuestro alrededor, detectaríamos actitudes, silencios, reacciones impropias y poco comunes en algunos jóvenes. El censor para detectar casos puntuales está en cada persona, pero existe un mecanismo de bloqueo que se llama “tiempo”…parecería que todos hemos perdido la capacidad de relajarnos, de pensar, de observar…muchas cosas en nuestra propia vida pasan de largo, como por ejemplo oportunidades, por falta de tiempo. Es bueno aclarar que hay muchos profesores que sí buscan opciones, espacios para el encuentro y logran un acercamiento valioso con sus alumnos.

 En cada Nivel cada uno hará su reflexión personal y es muy positivo cada tanto preguntarse- cómo estoy, cómo me siento, llego a mis alumnos, me dispongo para cada jornada buscando maneras de interesar a mis alumnos en la disciplina que he elegido?

La Educación no es un trabajo solamente y a pesar de que algunos se rían o me tilden de ridícula yo sigo apostando a que la Educación tiene mucho de vocación, ya que trabajamos con niños o jóvenes que tienen sus propios intereses, sus puntos de vista, sus improntas personales, sus conflictos y es ahí cuando debemos hacer un parate e interrogarnos si estamos a la altura de las circunstancias, para enfrentar los desafíos de la Educación del siglo XXI. 

Es hora de que no busquemos solo responsables afuera, sino que nos miremos en forma personal, con capacidad de autocrítica, sin miedo a los que vemos ya que nada es para siempre y todos en algún momento debemos cambiar cosas en la vida y eso no está mal, sino que es saludable y pensemos que si solo nos quedamos esperando grandes cambios de estructura en Educación nos perdemos de lo que “hoy” podemos hacer por los niños y jóvenes que están “hoy” y no tienen otro tiempo, “es hoy” y eso nos exige buscar la forma de llegar al interior de nuestros alumnos para ayudarlos a lograr bases firmes para una formación académica y en valores, que muchas veces de otra manera no lo pueden lograr, ya que muchas realidades paralizan las motivaciones de nuestros alumnos y necesitan de maestros y profesores que lean la realidad y no la tomen como una carga, sino como la oportunidad de hacer algo por esas personitas que muchas veces nos miran como interrogándonos ¿ qué puedo hacer con esto que soy?

Sostengo y seguiré sosteniendo hasta mi último día de vida que la Educación siempre es oportunidad y que nuestros mayores enseñaron y aprendieron en circunstancias tal vez más complejas o con muchos menos recursos , hoy hay tantos que cuesta poder darle el justo valor a cada uno. La Educación del siglo XXI es un gran desafío que exige de nosotros grandes esfuerzos y sé que hay muchos docentes a la altura de las circunstancias y al que no se sienta así, le aseguro que cuando uno encuentra el verdadero sentido y valor de poder enseñar algo a alguien llena el espíritu de un no sé qué, que nos hace sentir plenos y qué no decir de cuando aprendemos a nuestros alumnos, muchos que provienen de culturas diferentes y eso no es un problema sino una fortaleza que nos enriquece a todos. Ojalá cada uno descubra su propia motivación interna para ser docentes ya que nuestros alumnos hoy nos necesitan enteros y dispuestos a brindar lo mejor para poder lograr juntos, uno al lado del otro, una Educación de calidad, ya que la Educación del siglo XXI es todo un desafío y no un caos, sino que en todo caso el caos debe incentivarnos para diseñar un futuro distinto juntos.

Desde el fondo de mi corazón creo que todos los docentes de Inicial, primaria, secundaria, adultos, terciaria y universitaria tenemos cosas buenas y no tan buenas y otras que ni sabemos que tenemos, absorbidos por la situación tan crítica que vivimos, pero llegó el momento de descubrirlas y ponerlas al servicio de nuestros alumnos…ellos merecen el esfuerzo.

LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI NO DEBE CONSIDERARSE UN CAOS SINO UN GRAN DESAFÍO…