El frigorífico Black Bamboo, instalado en el distrito santafesino de Hughes, comunicó que partir de la semana próxima frenará su proceso de faena por los efectos de las restricciones a la exportación de carne vacuna que profundizó el Gobierno hasta el 31 de octubre, según publicó en Infobae el periodista Juan Martín Melo.

Actualmente el frigorífico cuenta con un plantel de 600 empleados, la faena es de entre 700 y 750 animales por día, y en las últimas semanas se ubicaron en los 500 animales. Además, en el último mes el nivel de faena fue de 11.000 cabezas, un 25% menos de sus posibilidades.
El sector registra adelantos de vacaciones y el pago de una garantía horaria que si se traslada al ingreso de los trabajadores, hay una reducción de los mismos cercana al 30 por ciento.
Fuentes de la empresa sostienen que “con un cepo del 50% más algo más de algunas cuotas no se puede trabajar todo el mes, y se debe parar(la faena) al menos entre 1 o 2 semanas.
La actividad del frigorífico, actualmente, está centralizada en el mercado externo, donde el 40% de la producción está direccionada a China, pero también comercializa a Israel y la Unión Europea.
“En estas condiciones no se puede seguir, hay limitantes logísticas porque no se puede seguir acumulando carne y también financieras porque si no vendés no podés pagar la mercadería. Estamos abarrotados de stocks, llevamos carne a diferentes cámaras pero no podemos hacer más”, explicaron las fuentes de la empresa, cuyos propietarios son de capitales chinos Black Bamboo Enterprises.
También en el frigorífico hay preocupación por cómo sigue la situación en medio de la prórroga a las exportaciones de carne vacuna y que dicha medida está afectando la actividad y sus procesos de inversiones, ya que se encuentran en plena etapa de construcción de un nuevo túnel de congelado y con la posibilidad de reabrir otra planta industrial ubicada en la localidad de Vivoratá, en el partido bonaerense de Mar Chiquita, la cual podría generar 300 nuevos puestos de trabajo.
Es para remarcar que muchas de las empresas frigoríficas santafesinas están en similares condiciones y en próximas semanas podrían tomar decisiones similares.
No sólo son los empleados de las industrias los afectados, sino que existe cierta complicidad del resto de los gremios para sostener la definición del Gobierno Nacional, ya que son muchos los transportistas que están mermando su actividad, sólo como para dar un ejemplo del impacto que genera esta medida.
La provincia de Santa Fe sentirá este impacto en el inicio de esta primavera, no sólo en el campo, sino en los frigoríficos, en la actividad de pueblos y ciudades y sobre todo en las carnicerías, ya que la mayor oferta no permitirá que baje el precio, de acuerdo a una inflación preocupante que no muestra un efecto compensatorio frente a la consecuencia de años que se seguirá padeciendo, sobre la que aún no hubo recuperación de una medida similar tomada en 2006.