Es difícil a veces poder expresar con buen criterio una rara mezcla de sentimientos encontrados, sobre todo manteniendo el centro y el equilibrio necesario. Seguramente al Sr. Palmieri le habrá ocurrido lo mismo. Su respuesta a mi carta del día 15/09/2012 titulada ?A Fondo? despertó en mí el enorme placer de discutir el tema con una persona que tiene la hombría de no ocultarse en el anonimato descalificante y estéril.

Esto no cambia el espíritu impuesto en el contenido de mi nota, si bien hay adjetivaciones como las de "tilinguería pacata", que Ud. no comparte, debe comprender que estuvo aplicada en forma general, sin excluir que a algunos les cabe el sayo y a otros no. Como bien dice nuestra presidenta, ?no se puede contentar a todos?. Pero esa no es la razón de esta respuesta, sino el profundizar la discusión sobre el hecho de una protesta vana y de hechura mediática que a hecho de Ud. otra víctima aunque se esfuerce en negarlo. Tampoco me parece apropiado tratar de atenuar el hecho de su presencia en la marcha por contar con dos amigos pobres. Dice saber en su nota que la democracia significa muchas cosas, pero esconde el hecho que la misma se conforma de tres poderes, y que la justicia no es responsabilidad del ejecutivo. También habla de funcionarios corruptos, que sí los hay en este gobierno, pero le propongo me nombre un país del planeta donde no los haya. ¡Claro seguro ahora me dirá, ?mal de muchos consuelo de??! ¿Que simple no? Habla de inseguridad y hace referencia al caso del robo de dos bolsas de cemento por Ud. donadas. ¿No se le ocurrió reclamar eso a la provincia, en lugar de participar de una marcha destituyente y agraviante contra la presidenta? ¿No le parece desproporcionado ese acto? Me alegraría mucho que Ud. les lea a sus amigos no sólo mi carta, sino la suya también, no espere de ellos algún comentario, simplemente mírelos a los ojos, ahí encontrará la respuesta. Rechaza de plano en su nota los insultos groseros y cobardes hacia Cristina, pero igual siguió en la protesta convalidando con su presencia esas actitudes, nada le impedía retirarse, al encontrar desnaturalizado el reclamo. Cualquier expresión pública, mas aún la política está fuertemente marcada con simbolismos, por lo que integrar esta marcha, es adherir a lo que ahí sucedió, aunque Ud. diga ahora no compartirlo.

Por último quiero expresarle sinceramente que valoro su iniciativa. También mi coincidencia en el propósito de lograr un país mejor y más justo para todos, cada uno desde su puesto debe comprometerse a ello. Sólo?desalienta un poco ver que personas como la suya, de larga experiencia y fructífera trayectoria se entregue sin la debida valoración a estas grotescas aventuras.

Carlos Pedemonte