Economía

Soberanía Monetaria

Partiendo de más del 30% de retención al grano de soja y adicionándole la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el libre y sin tener en cuenta los otros impuestos que el productor debe pagar como ganancias, bienes personales, iva, etc, por cada 100 pesos que se producen, el voraz recaudador se queda con 65 y el productor, que corre riesgo que su inversión no prospere y que se hace cargo de todos los costos de producción, se queda solo con 35 pesos.
También se habla de soberanía en los cielos y con ello justifican que nuestra aerolínea de bandera pierda unos 500 millones de dólares por año, es decir, por un soberano capricho, se pierde el equivalente a 10.000 casas por año (valuadas en 50.000 dólares), por una empresa que podría llevar adelante un privado sin pasarle la factura al resto de los contribuyentes.
Tengan presente que un niño que cena solo un alfajor y que probablemente jamás viaje en avión, paga, de su magra cena, el 21% de impuesto al valor agregado que el recaudador destinará a sostener la mal llamada soberanía de los cielos en una qualunque aerolínea de bandera. Pasemos ahora a la moneda, solemos decir que en nuestro país sube siempre el dólar, pero esto no es técnicamente correcto, lo que va perdiendo valor es nuestro signo monetario en relación con el poder de compras de otras denominaciones. Es decir, no sube el dólar, el que pierde valor es el peso. ¿Y por qué pierde valor? La respuesta es lógica, porque abunda, porque se emite a destajo.
El Estado Nacional, desde hace décadas, gasta y gasta mal, por encima de lo que recauda, a pesar de que la presión impositiva es enorme, se sigue ampliando el déficit y se cubre con emisión. En el pasado ese déficit se cubrió con privatizaciones de empresas, con nuevos impuestos, con la utilización de los fondos del Anses, se tomó deuda externa e interna para cubrir el exceso de gasto y cuando ya no se consiguió otra manera, se emitió. Con esa emisión desmedida se terminó con lo que podíamos llamar, soberanía monetaria, porque nuestro peso, poco a poco pierde sus condiciones para considerarse moneda. Si buscamos la definición que le corresponde al concepto de moneda, encontramos que esta debe tener tres características básicas, utilizarse como unidad de medida, ser medio de pago y reserva de valor. La unidad demedida es el precio en que se ofrecen los productos, muchos de ellos, las propiedades inmobiliarias o los autos de gama alta, suelen publicarse en dólares, por lo que esta característica se va perdiendo. También la cualidad de ser medio de pago va por el mismo camino, los pesos se utilizan sin problemas para transacciones menores, pero cuando involucran volúmenes más grandes suele utilizarse el dólar para saldarse las mismas. Nos queda analizar si posee la característica de reserva de valor, para ello solo basta consultar la tasa de plazo fijo, 75% anual, para saber que no cumple esta cualidad y además si preguntamos al común de la gente en que moneda ahorrar, dirán seguramente el dólar frente al peso. De este análisis podemos desprender por qué algunos economistas proponen abandonar el peso como moneda y adoptar una foránea, perdiendo la mal llamada soberanía monetaria. Además, si lo único que hacemos para preservar el valor de la moneda, son programas como el de Precios Justos, no vamos a conseguir que ésta no pierda frente a las otras, esa tasa de pérdida de valor es la que llamamos inflación. De hecho, llevamos por lo menos 20 años de acuerdo de precios fracasados y debería ser suficiente prueba para desterrar la herramienta y tomar las medidas que eviten la emisión sin respaldo, o lo que la origina, el gasto público desmedido.
#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB @GuilleBriggiler

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