River, en el estadio Monumental, tenía un partido complicado frente a Lanús. Aunque jugó bien y no pasó sobresaltos lo venció 2-0, quedó en el lote de los que pelean el campeonato y la fecha que viene se juega el superclásico.

El conjunto de Ramón debía ganar y lo hizo. Luego de haber dejado tres puntos en Floresta frente a All Boys, este irregular River debía ganar para decidirse para qué está en el campeonato. Esta tarde en el Américo Vespucio dejó ver que tiene con qué pelearlo.

Lanús es uno de los mejores equipos del fútbol local que venía agrandado después de su victoria por la Libertadores. Sin embargo, eso no fue suficiente. Se la jugó Guillermo Barros Schelotto al disponer de un equipo con pocos suplentes. Era su última chance para arrimarse a los puestos de arriba pero no lo hizo.

Se encontró con un River que jugó bien en buena parte del encuentro. Que tuvo un producción sin fisuras, fue ordenado, peligroso. Cuando defendió lo hizo bien, le achicó los espacios al Grana, le robó el balón. Lanzini tuvo una buena tarde, marcó la diferencia con su creatividad y tuvo el `Keko` Villaba su carta goleadora. Jugó muy bien, descontroló a la última línea del rival y marcó el segundo.

Quien no faltó a la cita goleadora fue Fernando Cavenaghi. Convirtió el cuarto en lo que va del campeonato asistido por la figura del partido, Daniel Villalba.


La próxima fecha jugará contra el eterno rival. Llega bien, al menos lo que demostró hoy. Para seguir en carrera deberá olvidar las pálidas producciones del inicio del torneo y no tener lagunas que le hagan perder más terreno del que ya cedió.