Luego de lo que fue la última amenaza recibida el pasado domingo (fue una nota que dejaron debajo de la puerta en la Oficina de Migraciones que tiene el Ministerio del Interior en Rosario), el gobernador Maximiliano Pullaro tomó la drástica decisión de sacar a su familia de Rosario.
El primer mandatario anunció que sacó a sus hijos de la ciudad de Rosario "al menos durante las vacaciones de verano". “Primero les pedí que se queden adentro y ahora que salgan de la ciudad. Es duro, pero no se está preparado para que le pase algo a la gente que uno ama”, expresó.
Pullaro recordó que tras las primeras amenazas, les pidió que “se queden encerrados en el departamento sin salir de la casa. “Sí, estaba preocupado y no iba a hacer esa chantada de ponerles 10 policías que los acompañen a todos lados, cuando le sacas un montón de recursos a la gente”.
Ante los últimos hechos de público conocimiento, y en declaraciones a Radiofónica, expresó que no se puede permitir que “50 violentos y delincuentes se crean que son más que el Estado cuando se va sobre el crimen organizado”.
Respecto de la decisión que tomó, expresó que le pesa no ver a sus hijos. “Son mi cable a tierra. Pero son las cosas que uno tiene que hacer porque no los voy a exponer ni arriesgar y es duro, pero uno no está preparado para que le pase algo a la gente que uno ama”.