Policiales

Pueblada por violación y robo a una mujer en Santo Tomé uno de los menores fue trasladado a Rafaela

Graciela Beatriz Villegas, de 33 años, madre de tres hijos, que fue sometida a reiteradas violaciones sexuales por dos delincuentes, que luego fueron atrapados por los agentes policiales de subcomisaría 16ª en la ciudad de Santo Tomé. Villegas dijo que el martes por la noche, sintió ruidos en la ventana de la habitación en la que estaba durmiendo junto a sus hijos menores, una nena de 10 años y un nene de 7, y como vio que desconocidos la estaban forzando desde afuera y ella trató de cerrarla con fuerza pero se abrió y un delincuente la apuntó con un arma. Como la luz de la habitación estaba encendida, los delincuentes apuntaron a sus hijos y le ordenaron bajo amenaza de dispararle y matarlos a los dos chicos, que ella abriera la puerta inmediatamente. La mujer sin opción por temor a lo que pudiera ocurrir con sus hijos, abrió la puerta y les imploró que no le hicieran daño a los chicos. Los delincuentes, ya en la vivienda, aprovecharon la oportunidad para tomar un par de bolsas y comenzaron a robar todo lo que encontraron a su paso. Sustrajeron todo tipo de electrodomésticos, garrafas, cañas de pescar y otros enseres domésticos, y cuando concluyeron le exigieron a la mujer que los ayudara a llevar los elementos hasta la esquina. Nuevamente le reiteraron la amenaza de que sino los obedecía, ellos les dispararían a los menores. Nuevamente, la joven madre accedió a ayudar a los dos delincuentes a trasladar los elementos que le robaron hasta la esquina de su casa. Después cuando llegaron, uno de los dos le colocó el arma en la espalda y la llevaron media cuadra hacia el sur y la sometieron sexualmente entre ambos, y luego le pegaron cachetadas y le exigieron volver con ellos hasta su casa. Un calvario interminable
Ambos depravados sometieron a la mujer frente a sus hijos menores, mientras la apuntaban con la escopeta. La víctima completamente aterrorizada y temiendo por la vida de sus hijos y la propia, soportó todos los indescriptibles vejámenes a los que fue sometida bestialmente. Finalmente, los violadores le preguntaron a la mujer qué tipo de remedio era el frasco con pastillas que estaba sobre la mesa de luz; ella les dijo que eran recetadas por el médico psiquiatra que la atiende, y uno de los dos delincuentes tomó el frasco, sacó la totalidad de las grageas y repartió la mitad para cada uno. Luego cada uno tomó su parte y se tiraron a reírse en la cama matrimonial ante la mirada de los chicos, los hijos de la víctima. Escapó y salvó a sus hijos
Gisela Villegas vio que los violadores se durmieron, sacó sus hijos de la casa y semidesnuda caminó descalza los 200 metros que hay hasta la subcomisaría 16ª de barrio Villa Adelina Sur, de Santo Tomé, y le dijo a los policías lo que había pasado. Tres vigilantes salieron corriendo, llegaron a la casa y los detuvieron. El médico policial constató la violación y las heridas que tuvo la mujer durante los vejámenes.

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